“Nuestro maíz está muy estresado, perdimos toda la siembra, ya no la puedo recuperar”, le dijo una productor agropecuario del Valle del Conlara a Punto Aparte al ser consultado sobre las consecuencias por la falta de lluvias en San Luis.
“La sequía hizo estragos en la mayoría de los campos” aseguró y admitió: “El panorama es triste, ver los cultivos en estas condiciones duele, todo es pérdida”.
El mismo hombre de campo pidió reserva de nombre porque está, junto a otros productores estudiando la posibilidad de pedir al gobierno provincial que declare la emergencia agropecuaria y exima del pago de impuestos locales o que agilicen la liquidación de los famosos “créditos blandos o de reparación” anunciados el año pasado y que aún no salieron.
Un minucioso y preciso informe de la Red de Estaciones Meteorológicas de la Provincia (REM) explica este fenómeno de la falta de lluvias, en parte como consecuencia o efectos de la “Niña”.
Los científicos locales que analizan el clima advierten que el promedio provincial de precipitaciones en el primer mes del año fue de 4.168 milímetros, el más bajo desde 2014, según la estadística difundida por la REM.
El reporte mensual de ese organismo provincial del clima reveló que las lluvias acumuladas durante enero fueron las más bajas de los últimos ocho años, y que fueron 10 de las 59 estaciones meteorológicas que miden el tiempo en la provincia registraron marcas superiores a los 85 milímetros.
A la par de drama que vive el agro en casi toda la Provincia, se suma otro problema grave: Cuencas como la del Río Conlara empiezan a sufrir graves consecuencias por la falta de lluvias.
De hecho el Dique San Felipe está 5.9 metros por debajo de su cota y muestra un escenario lamentable, reducido a casi la mitad de su capacidad.
La cuenca hidrológica de ese embalse beneficia a una superficie de 1.300 Km2 con una capacidad de riego de 13.000 hectáreas.
“Es uno de los espejos de agua más emblemáticos de la provincia, con una superficie de lago 1280 hectáreas, lo que lo posiciona entre los diques más grandes de la provincia. Su capacidad de embalse es 81 hm3 y su cota de coronamiento se encuentra a 844 msnm”, resaltan desde San Luis Agua.
El uso principal que se le otorga a este embalse, es el abastecimiento de agua para la población, riego, ganadería, generación de energía hidroeléctrica y uso recreativo con la práctica de actividades náuticas, turísticas y deportivas.
Toda esa capacidad hoy está reducida en más de un 50% y se ven afectados los consorcios de regantes y las plantas potabiizadoras de pueblos como Renca y Tilisarao que están recibiendo agua con mucho sedimento y en malas condiciones.
Respecto a las posibilidades de lluvias para esta región, todas las agencias que pronostican el clima estiman que en los próximos siete días no hay chances de revertir el cuadro.