El Ministerio de Salud de Córdoba alertó sobre la presencia del mosquito Aedes Aegypti que transmite el dengue en el 7 % de los hogares controlados durante el mes de febrero en la capital provincial, como consecuencia de la humedad por el clima lluvioso y aún templado.
Ese índice implica un riesgo alto de que se produzcan casos de la enfermedad de acuerdo con los parámetros acordados por Argentina con los países del Mercosur (bajo riesgo: menor a 0,9 %; medio de 0,9 a 3,9; alto, mayor a 3,9 %).
La directora de Epidemiología de la provincia, María Frías, explicó que “lo que ocurre es que cada vez que llueve se generan nuevos criaderos para los mosquitos”, y el Aedes se multiplica en cualquier recipiente que acumule agua clara, dentro o fuera de la casa.
Recordó la funcionaria la necesidad de que en cada hogar se eliminen los elementos inservibles de los patios, y se revisen y vacíen todos los objetos y recipientes que puedan juntar agua.
Remarcó la funcionaria que “esta es todavía una época crítica para la proliferación de los Aedes, ya que en marzo y abril siempre hay una población muy importante de mosquitos adultos”, de modo que la única forma de evitar que haya casos de dengue es con el control del mosquito.
Walter Almirón, del Centro de Investigaciones Entomológicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), dijo que en el monitoreo anterior, de noviembre, el índice había sido 0,3 y “en Córdoba el pico en la cantidad máxima de mosquitos suele darse en febrero”.
Advirtió que en un año con tantas lluvias y temperaturas no tan bajas como para inhibir la actividad de los Aedes, no se puede hacer pronósticos sobre si este mes bajará el índice de viviendas y, por ende, el nivel de riesgo.
“Siete es un índice alto, y al haber sido este año `récord de lluvias`, no se puede predecir nada para marzo. Por eso hay que seguir estando alerta”, remarcó.
“Ahora, aunque las mínimas puedan ser relativamente bajas, no llegan a impedir la actividad de los Aedes porque apenas la temperatura sube vuelven a estar activos”, concluyó.