El segundo día de una visita a Irak del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, estuvo marcado otra vez por la violencia, con al menos 26 personas muertas y otras 56 heridas en atentados, ataques y combates en todo el país.
Bagdad fue sacudida por una serie de atentados y ataques que dejaron al menos 15 muertos, el más sangriento de los cuales tuvo lugar en la zona de Al Gazaliya, en el oeste de Bagdad, donde un coche bomba mató a seis personas e hirió a 13, según informó una fuente del Ministerio del Interior a la agencia de noticias EFE.
En tanto, un grupo de hombres armados asesinó a un miembro del Tribunal Supremo iraquí, el juez Matar Husein, y a su chofer en un ataque contra su auto en el barrio de Yarmuk, en el oeste de Bagdad. Los atacantes utilizaron armas con silenciador.
Fuera de la capital, cerca de Baquba, la capital de la provincia de Diyala, en el noreste del país, cinco personas fallecieron, entre ellos tres hermanos, en un ataque armado contra dos casas privadas.
No muy lejos de allí, las fuerzas de seguridad iraquíes asesinaron hoy a un alto responsable de Al Qaeda, Uisam Amin Fathala.
Como sucedió en Bagdad y Baquba, decenas de ataques y atentados suicidas se sucedieron a lo largo del día y del país árabe.
La visita de Ban coincidió con la peor ola de violencia en Irak desde 2008 y el renovado protagonismo de Al Qaeda en el país
En medio de esa ola de violencia, la ciudad de Fallujah, al oeste de Bagdad, en la provincia occidental de Al Anbar, volvió a quedar este martes en el centro de los combates luego que un grupo de milicianos sunnitas lanzaran varios ataques coordinados aparentemente dirigidos a las Fuerzas Armadas.
La ofensiva consiguió destruir un puente y a uno de los dos tanques del Ejército que lo cruzaban, informó la policía.
El tanque que se salvó fue luego atacado por un grupo de hombres armados, que consiguieron inutilizarlo por completo, agregó la fuente, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Al mismo tiempo, decenas de milicianos atacaron una comisaría en la cercana localidad de Saqlawiya, señaló una fuente.
El Ejército iraquí envió helicópteros para intentar recuperar el control del edificio, que fue tomado por los asaltantes.
Ninguna de los dos ataques fue reivindicado por un grupo armado, sin embargo, en los últimos días el Ejército iraquí dirige una ofensiva contra milicianos sunnitas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), un grupo radical vinculado a Al Qaeda, para recuperar el control de Al Anbar, en el oeste del país.
En su ofensiva, lo acompañan algunas milicias tribales locales, en su mayoría sunnitas.
Pese a que no se reveló su agenda, el secretario general de la ONU, Ban ki-Moon, cumplía hoy el segundo y último día de su gira por Irak.
La visita de Ban coincidió con la peor ola de violencia en Irak desde 2008 y el renovado protagonismo de Al Qaeda en el país, luego que combatientes del EIIL tomaran hace más de una semana la ciudad de Fallujah y parte de Ramadi, capital de Al Anbar.
Ayer, Ban pidió a los líderes políticos iraquíes atacar las “causas de fondo” de la violencia, que coincide con un creciente descontento de la minoría sunnita, que acusa al gobierno chiita del primer ministro Nuri Al Maliki de discriminación.