Desde hace varios días el paraje no es el mismo. Camionetas de gran porte, carpas especiales, camiones gigantes, antenas satelitales y personajes con idiomas raros invadieron una geografía que no por inhóspita deja de ser atractiva.
Santa Rosa del Cantantal, La Botija, Balde de Azcurra y San Roque de Chipiscú, están revolucionados. Sus vecinos están en un momento que ni en el mejor de sus sueños se lo imaginaron. Y no es para menos. Por allí pasará la carrera más desafiante del mundo: El Dakar 2015.
Y lo hará este lunes un par de horas antes del mediodía. Las espectaculares motos, autos y camiones surcarán los guadalosos caminos de esa parte del norte puntano. Pero las huellas que abrirán en la tierra ni se parecerán a las que quedarán en la memoria de todos y cada uno de los habitantes de estas comunidades olvidadas por los Gobiernos y que pese a todo, su gente sigue plantada allí tan firme como los robustos algarrobos.
Los Fernández, Magallanes, Barroso, Molina, Aguilar, Rojo Suarez, Azcurra y Cabañez se frotan las manos, sacan pecho y comentan entre ellos el momento único que están por vivir.
Serán anfitriones de una carrera que mira todo el mundo. Casi 200 países sabrán de Chipiscú, que desde este lunes dejarán ser “el páramo” que pocos o nadie conocía. Esto los pone en el mapa.
Me imagino que las propias familias de allí podrán en los días posteriores una enorme placa con la leyenda: “Por aquí pasó el Dakar, la carrera de autos más grande del mundo”.
Y todo quedará en el anecdotario y por años el hecho será casi leyenda, porque la zona, aunque sea por unas horas cobrará un merecido colorido.
Todos los medios de comunicación, especializados y no en materia de rally, se hacen eco de la noticia y por supuesto mencionan a Chipiscú.
Desde mañana, la palabra Chipiscú estará en el mundo y al googlearla ya no habrá sólo menciones a datos climáticos como hasta hoy. Sino que aparecerá como uno de los escenarios del Dakar y la fotografía del momento.
Claro que los chispicusences abrieron las puertas de sus casas de par en par y son todo hospitalidad.
Y al final, por una vez en la vida la desventaja de la geografía se les volvió a favor.
La historia de Chipiscú (Datos escuela 61 del lugar
a Historia de San Roque de Chipiscú se escuentra asociada a la Historia de Chipiscú ya que con el paso de los años cada dueño de los campos fué poniéndoles nombres distintos al lugar donde vivía. Es así que en Chipiscú, que es una gran zona, están La Elvira, Puesto Pobre, Siempre Viva, San Roque de Chipiscú y San Antonio de Chipiscú.
No sabemos, al menos por el momento, que significa Chipiscú, quién le puso el nombre ni desde cuando se llama así.
Lo que por el momento sabemos es que en el año 1867 ya se llamaba así. Seguramente desde muchos años antes, pero tenemos documentos que demuestran que en este año era conocido por todos con este nombre ya que Las Fuerzas Militares de ese momento escriben “partes” que lo nombran como tal, relatando una batalla contra los montoneros.
Se le llamaba Montoneros a las personas civiles armadas con armas de fuego y blancas, montados a caballo que recorrían distintas zonas en busca de alimentos y para ampliar sus fuerzas convenciendo u obligando a los pobladores que los sigan. Cuando llegaban a un caserío o poblado los habitantes tenían la obligación de darles lo que les pedían o saqueaban la o las casas en busca de alimento para el viaje. Llevaban charqui, pelones, pasas de higo, queso, pan, patay, bebidas y todo lo que les pudiera servir de sustento. En los campos carneaban animales sin ninguna autorización del dueño y comían en el mismo lugar sin miedo a que nadie les diga nada.
A fines del siglo XIX las Montoneras (como se les llamaba al conjunto de montoneros) eran grupos de 200 a 700 hombres armados por lo que las fuerzas Militares tuvieron que tomar medidas urgentes para dispersarlos y aniquilarlos.
Las Montoneras que por la zona andaban eran seguidores del caudillo Felipe Varela que en los años en que este relato se sucede andaba aparentemente por San Juan asesinando a cuanquier persona en que él no confiara. Otro referente de las Lagunas de Guanacache era Santos Guayama y sus seguidores a los que les llamaban “Los Laguneros” ya que en ese lugar la vista era muy amplia y tenían la seguridad de ver a los militares desde lejos para organizarse para atacar o para alejarse según vieran la situación.
A continuación transcribo textualmente los partes que se pueden leer en el libro “Memoria” del Ministerio de Guerra y Marina de la República Argentina, publicado en el año 1868.
Para encontrarlo en Internet es mas fácil colocar en un buscador la palabra Chipiscú e ir a la parte que dice Memoria. Alli abrirá en la página 74 y Ud. debe leer desde la página 72 a la 78 que es lo que aquí transcribo. El libro tiene varias páginas 74 es por eso que le recomiendo esta acción.
Yamila Fernández