La socialista alcanzó su segunda presidencia luego de imponerse cómodamente a Evelyn Matthei, tras el balotaje de los comicios voluntarios que tuvieron un significativo 59% de abstención.
Bachelet, médica de profesión nacida el 29 de septiembre de 1951, reunía esta noche 3.466.930 votos (62,16 por ciento de los votos) frente a 2.110.482 sufragios alcanzados por Matthei (37,83 por ciento) cuando se llevaban escrutados 99,92 por ciento de los votos.
Ambas candidatas sumaban en consecuencia 5.577.412 votos válidos sobre un universo de votantes posible de 13 millones, lo que demuestra la escasa adhesión de la ciudadanía por presentarse a sufragar.
La ganadora, que esta noche recibió el saludo en persona de Matthei en su bunker electoral del hotel San Francisco y la felicitación por teléfono del presidente Sebastián Piñera, a quien invitó mañana a su casa, se convierte así en la primera mujer en ser reelecta en la presidencia del país, dado que ya cumplió un mandato entre 2005 y 2010.
También alcanza otro récord, que es el de haber logrado el triunfo electoral por mayor margen desde el retorno de la democracia, en 1990, dato que marca -por contraste- que esta fue la peor elección de la derecha en el mismo período.
Una vez conocidos los resultados, una multitud se dio cita en la céntrica Alameda santiaguina, frente al comando de Nueva Mayoría, para celebrar con música, baile y el agitar de miles de banderas el retorno del centroizquierda al gobierno, arrebatado por el centroderecha en 2010 cuando Piñera logró romper con la hegemonía que ostentaba la entonces Concertación.
Aclamada por el público, la ex mandataria, reconocida popularmente sólo por su nombre y por su imagen maternal, felicitó al pueblo por la jornada cívica y dijo estar orgullosa de haber recibido otra vez la responsabilidad que le daba la ciudadanía para presidir el país.
“Ella ganó y la felicito”, dijo la candidata derechista derrotada, que se declaró la “única responsable” del resultado También aseguró que ella era “sólo uno más como todos ustedes”, y recibió amplias muestras de aprobación cuando remarcó durante su mensaje sus planes de reformar la educación y la Constitución Nacional.
En otros tramos de su mensaje, los simpatizantes la saludaban cantando “no se pudo”, en referencia al slogan de Matthei que era “sí, se puede” ganar el balotaje.
Debajo del escenario, entre el numeroso grupo de allegados que colmó el buker, estuvieron los ex presidentes Ricardo Lagos y Eduardo Frei, junto con el embajador argentino, Ginés González García; el Coordinador de Unidad Presidenta, Rafael Follonier, Aníbal Ibarra y Hermes Binner, entre otras personalidades.
Matthei decidió salir rápidamente a reconocer la contundencia de las cifras y felicitó a la vencedora, a quien le deseó “el mejor de los éxitos” en su futura gestión.
Ambas mujeres se conocen desde niñas, ya que juntas jugaban en cercanías de la base aérea en que prestaban servicios sus padres militares, Fernando Matthei -luego integrante de la junta del sanguinario dictador Augusto Pinochet- y Alberto Bachelet, detenido y torturado durante ese período de facto.
“Ella ganó y la felicito”, dijo la candidata derechista derrotada, que se declaró la “única responsable” del resultado, afirmó que no se arrepiente de la campaña que llevó adelante y dejó en claro que no buscó la candidatura.
Matthei protagonizó una campaña que debió encarar por defecciones de otros candidatos y en la que tuvo desencuentros con sus propios aliados, a punto tal que su padre dijo hoy a la prensa local que encaró “enteramente sola” la actividad proselitista, y que muchos candidatos al Congreso habían preferido “despegarse” de su hija por los bajos índices que su candidatura tenía en las encuestas.
Otra muestra de la situación no del todo ordenada que mostró la derecha chilena en esta elección la dio el empresario multimillonario Sven von Appen, quien luego de sufragar dijo que si Bachelet no logra resultados con su política económica, los hombres de negocio “vamos a buscar otro Pinochet”, en referencia al dictador acusado y procesado por delitos de lesa humanidad y corrupción.