Corea del Norte incrementó su retórica belicista este jueves, al advertir de que su ejército cuenta con la autorización final para lanzar un ataque contra Estados Unidos utilizando eventualmente armas nucleares.
El Estado Mayor del Ejército norcoreano dijo que hacía saber formalmente a Washington que las amenazas norteamericanas serán «aplastadas» utilizando «medios nucleares modernos, livianos y diversos», según un comunicado citado por la agencia oficial norcoreana KCNA.
«La operación sin compasión de las fuerzas armadas revolucionarias en este aspecto ha sido finalmente examinada y ratificada», precisó el ejército y añadió que una guerra en la península coreana puede estallar «hoy o mañana».
«Estados Unidos haría bien en reflexionar sobre la grave situación actual», añadió, considerando que el vuelo de bombarderos B-52 y B-2 estadounidenses sobre Corea de Sur eran el origen de la agravación de la crisis.
«Corea del Norte debe cesar sus provocadoras amenazas y concentrarse en respetar sus obligaciones internacionales», replicó este miércoles la portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos, Caitlin Hayden.
A pesar del ensayo considerado como un disparo de misil en diciembre, expertos no consideran que en este momento Corea del Norte tenga capacidad para atacar directamente al territorio estadounidense.
Sin embargo, Pyongyang amenazó con atacar a Guam y Hawai y está en condiciones de alcanzar Corea del Sur y Japón, donde se encuentran 28.500 y 50.000 soldados estadounidenses respectivamente.
La agencia surcoreana Yonhap y el diario japonés Asahi Shimbun indicaron que Corea del Norte parecía haber posiionado en sus costas orientales una batería de misiles Musudan de alcance medio (3.000 km).
Según fuentes de inteligencia militar citadas por Yonhap, Corea del Norte podría lanzar un misil el 15 de abril, aniversario del nacimiento del fundador del régimen comunista, Kim Il-Sung, fallecido en 1994.
Poco antes del anuncio del Ejército norcoreano, el Pentágono informó el miércoles del despliegue de una batería antimisiles THAAD sobre la isla de Guam, desde donde despegan los B-52 que sobrevolaron Corea del Sur. Este sistema se añade al despliegue de dos destructores Aegis antimisiles en el Pacífico occidental.
No se produjo una reacción inmediata de Estados Unidos a este último comunicado, pero su secretario de Defensa, Chuck Hagel, que se reunió con su homólogo chino, Chang Wanquan, había dicho antes que las provocaciones de Pyongyang representan un «real y claro peligro».