Una vez más los argentinos muestran su creatividad para hacer frente a una nueva crisis económica. El ingenio “argento” para subsistir y ganar unos pesos lícitamente, pero de manera no convencional, afloran cuando el bolsillo aprieta.
Así como aparecieron las “Saladitas”, los espacios de compra – venta en redes sociales, las “ferias callejeras (como las que se desarrollan en la Avenida Lafinur) y las Ferias Americanas, ahora se pusieron de moda las “ventas de garaje”, un fenómeno que en San Luis, especialmente en el interior se usa cada vez, en particular los fines de semana.
“La venta de garaje” por lo general se hace en ese espacio físico, en una cochera. Allí la dueña o dueño de casa pone a la venta todo eso que ya no usa: desde ropa hasta electrodomésticos. La diferencia con una Feria Americana es también se anexan objetos o prenda nuevas.
Lógico que lo atractivo de estos puntos son los precios: Por ejemplo se consiguen pantalones para mujer desde los $100 o camperas para niños a $200.
Wikipedia define a la “venta de garaje” como “un evento informal e irregular previsto para la venta de bienes utilizados por los particulares, en los que no se requieren los vendedores para obtener licencias de negocios o de cobrar el impuesto a la venta (aunque, en algunas jurisdicciones, el permiso puede ser necesario)”
Normalmente las mercancías en una venta de garaje son objetos no deseados por los dueños de casa que llevan a cabo la comercialización. Los productos son a veces nuevos, seminuevos, o simplemente utilizables.
Algunos de estos artículos se ofrecen para la venta debido a que el propietario no quiere ni necesita el artículo, para minimizar sus posesiones o para recaudar fondos.
“El vendedor de casa” muestra sus productos a los transeúntes y promociona la acción a veces con folletos o a través de anuncios en redes sociales.