Lo acusan que ejerció “violencia simbólica y mediática” por sus declaraciones contra Marianela Mirra, una ex integrante del programa “Gran hermano”, a quien calificó de “zorra” y “puta”, en el marco de un episodio mediático que los tuvo a ambos como protagonistas.
“La función social de los medios de comunicación y de quienes ejercen de comunicadores, debería estar a la altura de los debates que socialmente se ciernen en derredor de temas como la violencia hacia las mujeres”, dice el texto de análisis del episodio que conenzó el 2 de abril pasado en el programa “Instrusos”.
El 2 de abril el conductor del programa de espectáculos utilizó la apertura de la emisión para referirse a la ex integrante del programa “Gran Hermano” Marianela Mirra, quien dio a conocer públicamente mensajes que intercambió con Rial, a través de los cuales se pone de manifiesto un posible vínculo amoroso entre ellos.
En esa transmisión, Rial dijo, entre otras muchas cosas: “Voy a disparar y me harté, me harté de la mentira, me harté de las extorsiones, me harté de las buenitas, me harté de las putas, me harté de las zorras, me harté de las extorsionadoras”.
Luego de referirse a uno de los supuestos “socios” de Mirra, a quien el conductor responsabiliza de ser la persona que “se ocupó de dar a conocer los mensajes”, Rial agregó: “Te voy a pasar con un camión por arriba, a ver si te queda claro. Porque ya empecé a descubrir tu jueguito… a vos Marianela te hablo, que sos una zorra. Y además de ser una zorra, tenés una asociación ilícita, cuyos nombres conozco y cuyas fotos voy a dar a conocer”.
Frente a todos estos dichos, el Observatorio analizó que “por un lado, el periodista hace referencia a Marianela Mirra como `puta`,`zorra`, `buenita`. No obstante, el discurso empeora cuando los agravios llegan a ser también amenazas no sólo respecto de lo laboral, sino sobre su integridad física y, con ella, de su vida: `Te voy a pasar con un camión por encima`”.
La Ley Nº 26.485 en su artículo 5° tipifica los tipos de violencia contra las mujeres, entre los cuales “además de la violencia física, psicológica y otras- también se encuentra la violencia simbólica: es aquella que reproduzca dominación, desigualdad y discriminación.
Por su parte, el artículo 6° indica que cuando la violencia es perpetrada desde los medios de comunicación, se convierte en violencia mediática contra las mujeres.
“Las amenazas y humillaciones hacia Marianela Mirra, por ser nombrada de las formas mencionadas, no sólo refuerzan, sino que legitiman patrones de desigualdad en los que las mujeres son asociadas al placer sexual o a la venta de sus cuerpos buscando así obtener otros réditos, en este caso sería un espacio laboral en los medios”, analiza el Observatorio.
Por otro lado, “se la difama y se la asocia con supuestas situaciones que afectarían a otras personas y que en todo caso, deberían ser objeto de estudio judicial”, como cuando Rial dijo: “Tenés una asociación ilícita, cuyos nombres conozco y cuyas fotos voy a dar a conocer”.
“Al poner atención en todo lo ya expresado aquí, se visualiza el discurso de corte patriarcal y machista que deja en evidencia lo más palpable de una situación en la cual hay un varón que ostenta sus influencias o posibles contactos que pueda tener para cerrar el círculo de la mujer”, dice el texto de análisis.
Más allá de las particularidades del caso y de la vida privada de cada una de las personas mencionadas, así como de la veracidad o no de la situación previa entre ambos, “queda claro que lo expresado públicamente por Jorge Rial es violencia simbólica y mediática”, dice el Observatorio de medios.
“Llamamos a la responsabilidad y a tener en cuenta la innecesaria referencia a situaciones de la vida privada que no aportan y sí difaman. Así como a desenvolverse dentro de los parámetros establecidos por nuestra legislación, entendiendo la relevancia de construir socialmente y de la importancia que como sujeto social se tiene al estar frente a una cámara y/o un micrófono”, alerta el informe.