Autoridades de Egipto redoblaron su campaña de represión del movimiento islamista, un día después de declararlo “grupo terrorista”, aunque en medio del temor a ataques como el cometido en El Cairo.
El explosivo estalló al paso de un colectivo público en el barrio de Ciudad Naser, en el este de la capital, donde las fuerzas de seguridad desactivaron otros dos artefactos.
Cerca del lugar de la explosión se hallan la sede de la Seguridad Nacional y una comisaría, así como la Universidad de la prestigiosa institución del islam suní Al Azhar.
Los cinco heridos eran pasajeros del colectivo, que pasaba por la misma avenida sobre la cual el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, salió ileso de un atentado en septiembre pasado.
El ataque llegó al día siguiente de que el gobierno instalado por los militares tras el golpe de Estado de julio pasado declarara “grupo terrorista” a la Hermandad, a la que responsabilizó de un atentado contra una sede policial que el martes pasado causó 16 muertos en la ciudad de Mansura, en el delta del río Nilo.
A pesar de que esa acción fue condenada por la cofradía y reivindicada por un grupo yihadista, las autoridades civiles de facto aprovecharon la ocasión y dieron un paso más en su lucha abierta contra los islamistas.
Si ayer fueron detenidos 65 seguidores de la Hermandad Musulmana en varias zonas del país, hoy fue el turno de otros 16, acusados de pertenecer a una organización “terrorista” en la provincia de Al Sharquiya (norte), informó la agencia de noticias EFE.
Este segundo grupo está implicado en la supuesta difusión de la ideología de la cofradía mediante folletos, incitación a la violencia y destrucción de instalaciones públicas.
La Fiscalía ordenó la prisión preventiva de otros once partidarios de la Hermandad por intento de asesinato en la universidad de Zaqaziq, capital de Al Sharquiya y localidad natal del presidente depuesto Mohamed Mursi, donde volvieron a registrarse choques entre estudiantes y agentes de seguridad.
A quienes pertenezcan al grupo islamista, propaguen sus ideas o se unan a sus manifestaciones les espera una condena de cinco años de prisión, de acuerdo al artículo 86 del Código Penal Otras 35 personas fueron arrestadas en la provincia de Menufiya y 19 en la ciudad de Alejandría por su supuesta implicación en disturbios y protestas.
A quienes pertenezcan al grupo islamista, propaguen sus ideas o se unan a sus manifestaciones les espera una condena de cinco años de prisión, de acuerdo al artículo 86 del Código Penal, recordó el portavoz del Ministerio del Interior, Hany Abdel Fatah, a la agencia estatal de noticias Mena.
En caso de ocupar un cargo en la organización, financiarla o darle información, la pena va acompañada de trabajos forzosos, afirmó.
Las autoridades han comenzado a aplicar la decisión del gobierno y crearon seis nuevas cortes penales para agilizar los procesos por terrorismo.
Hoy prohibieron la difusión del periódico “Libertad y Justicia”, del brazo político de los Hermanos y creado en noviembre de 2011,
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Nabil Fahmi, informó a la Liga Árabe de la polémica medida para que la traslade a los países árabes que firmaron un convenio de lucha antiterrorista en 1998, que establece las normas de cooperación al respecto.
El Ministerio del Interior ha reforzado la seguridad en las principales calles del país, edificios públicos y embajadas, y se ha elevado el estado de alerta en museos y sitios arqueológicos.
También se ha preparado un plan para desactivar bombas en zonas como las universidades, donde en los últimos meses se ha concentrado el movimiento contestatario.
No obstante, el jefe del Ejército, Abdel Fatah al Sisi, aseguró que la situación “no es preocupante” y que las fuerzas armadas “se sacrificarán” por Egipto y “pueden llevar al país hacia la estabilidad”.
Asimismo, instó a las tropas a mantener alta su moral, después de que hayan sido objeto de un creciente número de ataques desde la destitución de Mursi en julio pasado.
La aplicación de la ley antiterrorista contra la Hermandad fue alabada por distintas fuerzas liberales y no islamistas, como el Partido Socialdemócrata o el de los Egipcios Libres, y el movimiento juvenil Tamarrud.
En cambio, el grupo radical islamista Gamaa al Islamiya, responsable de numerosos atentados en la década de 1990 hasta su renuncia a la violencia en 2003, consideró “injusta” la decisión.
También se pronunció en contra el movimiento revolucionario 6 de Abril, que motorizó la revuelta contra el ex presidente Hosni Mubarak.
Sus destacados activistas Ahmed Maher y Mohamed Adel -condenados a tres años de cárcel por infringir la ley de protestas y agredir a la policía- iniciaron una huelga de hambre en protesta por los “malos tratos” que padecen en la cárcel, al igual que hicieran esta semana 450 seguidores y miembros de la Hermandad.