El conflicto entre el gobierno nacional y la Municipalidad de San Luis que se desató en las últimas horas por el predio Granja La Amalia terminará en la Corte Suprema de Justicia porque ninguna de las partes está dispuesta a negociar. Esas tierras se han convertido en un “botín electoral” por el enfrentamiento político de la administración del intendente, Enrique Ponce, con la gestión del presidente, Mauricio Macri.
Hoy bien temprano el secretario de Logística y Planificación del ministerio de Defensa, Walter Ceballos, reclamó a Ponce que dé marcha atrás con la norma sancionada el miércoles por el Concejo Deliberante donde se declaró la utilidad pública de ese predio de 284 hectáreas del Ejército Argentino y autorizó al Ejecutivo comunal a expropiar, supuestamente para construir viviendas.
El funcionario nacional advirtió que si “esto no se corrige”, el caso derivará en un juicio que deberá sustanciarse en la Corte Suprema.
“No queremos llegar a esta instancia, le pedimos al Intendente que revise esta situación porque es ilegal, nunca un Municipio puede expropiar un bien de la Nación. Estamos frente a un trámite de absoluta ilegalidad”, aseguró Ceballos tras indicar que “toda declaración de utilidad pública de un bien debe estar perfectamente explicada en qué consiste, qué van a hacer allí. En 284 hectáreas tienen para hacer seis mil viviendas, y ya vimos que Ponce es incapaz de hacerlas porque no tiene el financiamiento”.
Casi de manera simultánea el intendente Ponce daba una conferencia de prensa en la Municipalidad de San Luis donde le respondió a Ceballos que no vetará la ordenanza y defendió su postura en que la Comuna lleva muchos años intentando la titularidad de esas tierras para desarrollos urbanísticos y siempre le fueron negadas.
Señaló que “tras conocerse la decisión del gobierno nacional de lotear y vender el predio, la Intendencia tomó la determinación de expropiarlas”.
El tema no quedó en el cruce verbal sino que las partes pasaron a los hechos. Ponce mandó maquinarias para limpiar los terrenos y trazar calles y el Ejército Argentino envió soldados y parte de su artillería en una demostración de propiedad y uso del lugar.