Este sábado comenzó a regir en toda la Provincia el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Presidencia de la Nación que impuso una estricta cuarenta en todo el país para intentar detener la escalada de contagios de Coronavirus, que puso contra las cuerdas al sistema sanitario, a todas luces cansado después de remarla contra el virus y la imprudencia de la gente desde hace más de 14 meses.
El confinamiento ordenado por Alberto Fernández supone reducir al mínimo la circulación de personas. De hecho sólo se puede salir de la casa para adquirir productos o servicios de primera necesidad en comercios esenciales y de proximidad al hogar entre las 6:00 de la mañana y las 18:00.
En las calles de las principales ciudades y pueblos de San Luis se observó un importante acatamiento a la medida nacional, a la cual adhirió el gobierno provincial. Pero ese comportamiento no se trasladó a los supermercados o grandes centros comerciales, donde hubo una importante cantidad de personas.
En la capital puntana, por ejemplo, un mayorista y dos de los principales super, tuvieron tránsito permanente de gente y filas casi todo el día en sus cajas. Aunque, nobleza obliga, todos esos centros fueron muy estrictos a la hora de cumplir con la trazabilidad (el que no tenía DNI no pasaba) y con las medidas de seguridad sanitaria como el uso de tapabocas.
Otro dato al que debería prestarse atención es al horario de cierre. Se supone que deberían bajar las persianas unos cuantos minutos antes de las 18:00. Ayer cerraron en ese límite y hubo algunos comercios que tuvieron personas en su interior hasta pasadas las 19:00, con cual quienes salieron de los locales para regresar a sus casas lo hicieron en infracción a las medidas de restricción.