Las municipalidades de las dos ciudades más grandes de la Provincia, San Luis y Villa Mercedes – hoy con nuevas gestiones ambas- decidieron ampliar y profundizar los controles bromatológicos tras detectar que era alarmante la cantidad de denuncias de vecinos contra comercios por el estado de los alimentos que venden y que son consumidos por los compradores.
Los resultados de las inspecciones confirman lo que la gente denuncia: Alimentos vencidos, podridos, almacenados en lugares no aptos, sin documentación que respalde el origen o datos de su elaboración y con pérdida de la cadena de frío.
El dato llamativo de estos procedimientos es que en todos los casos, los infractores son reincidentes.
El interior provincial, en materia bromatológica, está bastante desprotegido. Claramente no hay controles en los pueblos, en especial los más pequeños. Las infracciones están a la vista de los todos y se percibe en forma de olores desagradables, como ocurre en algunas carnicerías.
Un repaso cronológico de las últimas inspecciones
La semana pasada los puntanos se enteraron que tres comercios de comidas –muy populares- y entre los que más venden en el San Luis Shopping Center, fueron clausurados por la Dirección de Bromatología de la Municipalidad de San Luis porque encontraron gravísimas irregularidades en materia de higiene y estado de los alimentos.
Los infractores son la confitería Bonafide; El Boquerón e Il Fiorenttino brasas.
Ayer, también el municipio capitalino, decomisó dos media res vacuna y de cerdos que iban a ser comercializadas en Potrero de los Funes y El Volcán.
El operativo fue este sábado y se realizó en conjunto con Policía Federal, Tránsito Municipal y Fiscalización Externa.
“Aproximadamente a las 11:30 se realiza control de un camión que circulaba con carne vacuna y porcina. La carne no venía con la temperatura correcta. La cual es de 0 a 7 grados. Venía con 11.5 y 10.1 en algunas medias reses. Las mismas venían tocando el piso además. Los rieles estaban oxidados. La libreta sanitaria del camión estaba vencida así como la del chofer”, señalaron desde la Intendencia.
“Lo curioso es que la documentación tenía un sello de casilla pero no había pagado por lo cual se iniciará investigación interna. Atento a que no contaban con el frío adecuado, se procedió al secuestro preventivo dado que no se sabe el estado de la carne cuya fecha de faena data de los días 20, 22 y 23 de enero. La empresa venía de Río Cuarto; descargaba en San Luis. Y al momento del secuestro se dirigía a El Volcán y Potrero de los Funes a seguir descargando”,indicaron.
En tanto que en Villa Mercedes, el Programa Bromatología, dependiente de la Subsecretaría de Actividades de Ecología y Medio Ambiente de la Municipalidad de esa ciudad clausuró una distribuidora de esa ciudad tras verificar y corroborar severas irregularidades en sus tres depósitos.
La infractora es la “Distribuidora Alvear”, ubicada en la calle 9 de Julio 1.278. Allí Inspectores fueron a evaluar las condiciones de los alimentos que comercializaban, a raíz de denuncias de vecinos, que manifestaban que en ese comercio vendían harinas vencidas.
En la revisión y control, los agentes municipales encontraron productos alimenticios para la venta con fechas de consumo vencidos y todo fue decomisado. La mercadería se trasladó al Municipio mercedino en carácter de depósito y custodia, hasta tanto el Tribunal Municipal de Faltas determine el trámite a seguir.
Además, los inspectores revisaron los tres depósitos del negocio y encontraron “grandes cantidades de excremento de roedores, bolsones de alimento abiertos y roídos con excrementos, y fuerte olor a orín de gato”, informó la Municipalidad.
La Intendencia villamercedina dispuso que toda la mercadería “no es apta para el consumo humano”, y que “los depósitos no reunían las condiciones higiénicas y bromatológicas para la actividad, procediendo a la clausura preventiva de los depósitos y del local comercial”.