Unas 5.000 ovejas murieron en campos del departamento correntino de Curuzú Cuatiá tras un brusco cambio en las condiciones climáticas después de haber sido esquiladas.
El ministerio de Producción de la provincia convocará a la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria para avanzar en la disposición de medidas para atender las pérdidas que sufrieron los productores.
Voceros del gobierno del radical Gustavo Valdés dijeron a la prensa local que establecieron contactos con la administración nacional de Mauricio Macri para viabilizar mecanismos de ayuda a los productores a través de la Ley Ovina.
El secretario de Ganadería y Agricultura, Manuel García Olano, dijo en declaraciones que formuló a la radio Cadena 3 que «tras esquilar los animales por los 40º registrados, con el brusco cambio climático murieron unas 5.000 ovejas», según el relevamiento realizado por la gestión provincial.
El funcionario precisó que la dramática situación se registró en diez establecimientos, de medianos y grandes productores ubicados en el departamento de Curuzú Cuatiá, unos 320 kilómetros al sureste de la capital provincial.
«El clima cambió, refrescó y llovió en la zona, y esto provocó la muerte de estos animales que son sensibles a estas modificaciones meteorológicas», señaló el funcionario. También explicó que estos animales se esquilan en agosto o en octubre.
«Hace tiempo que no pasaba porque contamos con mejores pronósticos del tiempo, pero los productores se confiaron. Tomaron la decisión y fue un riesgo», añadió para luego contar que estiman las pérdidas en 15 millones de pesos.
«En un solo establecimiento murieron 3.100 cabezas y cada una está valuada en 3.000 pesos. Estas pérdidas es sin tener en cuenta que habrá que adquirir alimentos para los corderos que quedaron huérfanos», detalló.
Fuente Cadena 3