La Reserva Paleontológica de Bajo de Veliz, ubicada en el Departamento Junín a unos 30 kilómetros al oeste de Santa Rosa del Conlara, está en un lamentable estado de abandono y muestra una clara falta de atención y cuidados especiales que un sitio de esas características requiere.
Hay buena cartelería y señalizaciones. Pero queda en eso, sólo leyendas y recomendaciones que no se cumplen.
La gente que visita el lugar – que es mucha- puede manejarse con total libertad e incluso llevarse piedras que contienen datos y restos paleontológicos de un valor incalculable. También ensucian el lugar arrojando todo tipo de residuos y algunos puntos de la reserva se han convertido en basurales.
En el ingreso a esa área protegida una, persona se acerca a los visitantes y sólo pregunta a dónde van y ofrece el servicio de guía a quienes deseen ingresar a la cantera donde se encontró el fósil de la araña más grande del mundo, que obvio no está en San Luis sino en el museo de La Plata.
Tras esas consultas, habilita el paso y todo se vuelve libertad. Se puede sacar, tocar, ensuciar y hasta pintar las lajas –muchas de ellas patrimonio paleontológico- o rayarlas con mensajes para familiares y dejando escudos con el club de fútbol al que pertenecen.
La reserva está enclavada en medio de un escenario natural increíble, muy bello, y es un verdadero desatino que no se tome con seriedad el tema.
Allí también está el único de Guayacán de Argentina o “Árbol de la vida” y tampoco es cuidado como corresponde. Si alguien quiere hasta un “gajito” de la planta milenaria se pueden llevar.
Esa área, en honor a la verdad, pasó a ser “desprotegida”.