Los cuatro hermanos de la andinista Marta “Paty” Altamirano, confirmaron que el cuerpo hallado el 23 de enero pasado en un glaciar del cerro Mercedario, el pico más alto de la provincia de San Juan, pertenece a ella.
Los familiares viajaron hasta la provincia cuyana para reconocer el cadáver y confirmaron hoy que corresponde a la andinista de 20 años que murió el 27 de marzo de 1981, cuando cayó y quedó atrapada en una grieta de la montaña. Sus restos recién pudieron ser rescatados hasta el último fin de semana, a casi 42 años de su desaparición.
Corina, la hermana de “Paty” Altamirano que participaba del ascenso al cerro Mercedario junto a Sergio Bossini, un reconocido andinista italiano y precursor del montañismo, habló este viernes con la prensa tras una hora de reconocimiento en las instalaciones del Laboratorio y la Morgue Judicial de San Juan, y confirmó que el cadáver corresponde a Marta, según informa el diario Huarpe.
En las instalaciones de la Morgue, los familiares de “Paty” reconocieron las prendas que se conservaron en las nieves eternas del Mercedario. “Por elementos muy puntuales, sí estamos seguros de que es la ropa de mi hermana. Sí es ella”, aseguró Corina en contacto con el citado medio.
Por otro lado, los hermanos Altamirano contaron que sus padres ya están en conocimiento del hallazgo pero debido a una decisión conjunta, todavía no les habían revelado todos los detalles. “Ahora que estamos seguros les vamos a contar todo”, dijo Corina, y estimó que su madre se va a sentir aliviada y feliz de poder despedir a su hija “como corresponde”.
Si bien aún resta conocer los resultados de las pruebas de ADN a las que se sometió Héctor Altamirano, padre de la andinista fallecida, y el material genético que aportaron sus hermanos, la identificación de los parientes directos puede ser determinante para darle un cierre a la investigación encabezada por el fiscal Iván Grassi, titular de la UFI de Delitos Especiales de San Juan.
Marta “Paty” Altamirano
Tan destacada escritora de poemas como amante de las montañas, Marta tenía 20 años cuando emprendió su viaje a tierras sanjuaninas junto a su hermana Corina y al ya mencionado Bossini.
Durante una de las entrevistas concedidas a medios sanjuaninos y tucumanos a lo largo de esta semana, Corina recordó a su querida “Paty” con afecto y nostalgia. “Tenía 20 años; era una joven llena de vida, apasionada y amaba las montañas”, le contó a La Gaceta de Tucumán.
Además de compartir el amor por la montaña con su hermana Corina, “Paty” también era una destacada escritora de poemas. Uno de ellos, dedicado a la naturaleza y la vida, fue compartido por la familia Altamirano a diario Huarpe y muestra la pasión de la joven por la escritura. “Gracias Dios mío porque siempre estás conmigo, porque siempre te presiento a mi lado. Gracias por dar visión profunda a mis ojos para que se maravillen con tus obras”, comienza el mensaje.
“Gracias por los cerros que hacen estallar mi alma de gozo y dejan exhalar de mis labios suspiros de admiración”, continuó “Paty”, en un evidente agradecimiento a Dios por la existencia de los cerros. Por último, concluyó con una reverencia a Dios por el mundo y la “dicha” de estar vida: “Gracias por los sufrimientos que me hacen comprender a los demás. Gracias por los seres que me rodean y por las flores de mi jardín. Gracias por el mundo y gracias por darme la dicha de habitar en él”.
De acuerdo a lo que figura en las crónicas periodísticas de la época obtenidas por diario Huarpe, los tres andinistas llegaron al cerro Mercedario el lunes 23 de marzo de 1981.
Cinco días después, las hermanas Altamirano y Bossini decidieron tomarse un descanso tras una jornada intensa de subida e instalaron un campamento para pasar la noche sobre el hielo, a unos 5.000 msnm. Pero de un momento a otro, la tragedia se hizo presente: “Paty” se apartó un poco de sus compañeros de travesía para recorrer la zona donde estaban parando, pisó en falso, se resbaló y cayó en medio de una grieta.
Los intentos de Corina y Sergio por rescatarla fueron en vano. Según los testimonios de ellos mismos en aquel entonces, la vieron fallecida en una grieta del Glaciar del Caballito, no pudieron sacar el cuerpo del pozo y el domingo 29 de marzo debieron iniciar el descenso de la montaña.
Pese a los reiterados intentos por rescatar el cuerpo de “Paty”, que quedó atrapado en las nieves eternas del Mercedario, nunca se pudo lograr el objetivo y tanto familiares como amigos ya se habían resignado. Sin embargo, pasaron más de cuatro décadas y todo indicaría que los restos de la joven andinista tucumana finalmente fueron rescatados el último sábado, gracias a la expedición integrada por el grupo Geras, policías, gendarmes y miembros de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI).
A pesar de que en un principio se estimó que los restos eran del andinista alemán Andreas Colli, quien desapareció en 2002, este lunes desde la UFI confirmaron que se trataba de una mujer, y solo una había desaparecido en la altura del Mercedario.
Frente a esta hipótesis, Corina, la hermana de la escaladora fallecida habló en exclusiva con el noticiero “Telesol Diario” (Canal 5 de San Juan) y contó que escalar el cerro Mercedario era una meta que se habían propuesto con “Paty”. “El andinismo es encontrarse con uno mismo y estar a solas con tus fortaleza y fuerza de voluntad puesta al servicio de llevar a cabo esto de escalar un cerro, pero no con un impulso de exigencia vacía, sino de una pasión que es un modo de vida”, explicó la mujer de 60 años.
La elección del Mercedario no fue al azar. Como las hermanas Altamirano ya habían escalado los cerros más altos de Tucumán, optaron por viajar a San Juan para seguir adquiriendo experiencia en el andinismo. “Teníamos mucha necesidad de ir al Mercedario y después al Aconcagua. Son pasos que se van dando paulatinamente en la medida que se va creciendo como deportista”, justificó Corina durante su relato.
A continuación, la hermana de “Paty” precisó que estudiaron las rutas y que fueron acompañadas por un amigo que era profesional. Pero un inesperado accidente cambió todo lo planificado. “Lo que ocurrió con ella fue un accidente como cualquier otro en la montaña”, precisó. Y completó: “No fue negligencia, ni tampoco nos perdimos, fue todo llevado a cabo con mucha responsabilidad”.
Con información de Infobae