Es una niña estadounidense de cinco años que tiene Síndrome de Usher, un raro trastorno genético que es la principal causa de sordoceguera congénita y que la dejará completamente ciega en el corto plazo
El papa Francisco recibió hoy en el Vaticano a una niña estadounidense de cinco años que pidió verlo antes de quedarse ciega por una rara enfermedad.
Tras la audiencia general, el pontífice saludó en Plaza San Pedro a Elizabeth “Lizzy” Myers, que concurrió con un vestido a rayas y una muñeca en sus manos junto a sus padres y su hermana menor.
“Su deseo era poder ver al menos una vez en la vida al Santo Padre”, afirmaron sus familiares en la base de la escalinata de la plaza vaticana.
La pequeña, que antes de ver a Francisco pudo recorrer los principales puntos de Roma, tiene Síndrome de Usher, un raro trastorno genético que es la principal causa de sordoceguera congénita y que la dejará completamente ciega en el corto plazo.
La visita de la niña generó una movida solidaria que incluyó los pasajes sin costo para ella y su familia por parte de la Turkish Airlines, y el apoyo de la asociación católica Unitalsi para su hospedaje en la capital italiana.