Está ubicado en el predio del Hospital Escuela de Salud Mental de la ciudad capital, en el extremo norte de la Avenida Riobamba. Fue inaugurado hace seis años como una obra emblemática que sintetizaba una de las políticas sociales más fuertes del Gobierno: la desinstitucionalización de menores, ancianos y personas con enfermedades mentales
El Parque de la Libertad se construyó como un homenaje o reconocimiento a las políticas implementadas por el Gobierno en materia de desinstitucionalización. Era una especie de monumento, de síntesis artística de lo que el Estado había hecho con enfermos mentales a partir de su política de externación.
Eso en el plano de lo representativo. Pero en los hechos, ese parque fundamentalmente se había convertido en un espacio recreativo para la populosa zona del Eva Perón y los barrios FAECAP y Jardín San Luis. La gente la usaba y mucho, en especial los fines de semana.
Sin embargo hoy ese parque está en ruinas y es usado para “juntadas” de personas que beben alcohol. Las pruebas a la vista: botellas de cervezas y cajas de vino esparcidas por todo el predio, luminarias rotas y basura acumulada en todo el sector.
Como las luces no funcionar, es una verdadera “boca de lobo” y una trampa mortal para quienes deben circular por allí en horarios nocturnos.
La muestra acabada del proceso de abandono de ese parque es el monumento que se había construido en piedra laja, el cual comenzó a desmoronarse y perder el diseño original.