El hartazgo por la situación en que colocó a toda la humanidad la pandemia de coronavirus es generalizado, pero está claro que no es el momento para patear el tablero, menos para plantear situaciones de rebeldía frente a una enfermedad que puede ser letal y de hecho lo es.
Hay una sola manera de frenar el avance del virus: Evitar la circulación de personas, precisamente para que él no circule con nosotros y se pase de persona a persona; respetar los protocolos y medidas vigentes de prevención.
Este fin de semana la jefa del Servicio de Infectología del Hospital San Luis, Cristela Aguilera, concedió una entrevista a Punto Aparte donde analizó en forma concreta la situación epidemiológica en la Provincia y con mucha precisión tuvo definiciones contundentes sobre el escenario actual: “Los y las trabajadoras de salud están agotadas”; “mucha gente no cumple los protocolos y ahí radica la complicación para cortar la cadena de contagios”; “Un paciente con COVID, en estado crítico, está más 20 días internado en terapia intensiva”.
La funcionaria reconoció a este medio que sienten en el sistema de salud “mucha impotencia cuando la gente no cumple las recomendaciones o medidas para evitar contagiarse. Hay un grupo de personas respetuosas de esas disposiciones, pero otro gran número no actúa con responsabilidad. Sé que no es políticamente correcto, pero a esos ciudadanos los invitaría a recorrer las terapias intensivas y verán cómo transitan o se recuperan los infectados con COVID. Es como un egoísmo, se actúa o cambia cuando le toca a uno”.
“No es tanto lo que se pide a la sociedad. Es sólo cumplir las medidas básicas que ya conocemos como uso de tapabocas, distancia física, lavado de manos, alcohol en gel, no mantener reuniones sociales en ambientes cerrados y menos aún mucha concurrencia. Respetando eso y los protocolos, que se han escrito en forma conjunta y aprobados en forma conjunta, podemos cortar la cadena de transmisión y minimizar el riesgo de contagio”, indicó
“Si nos apegamos a los protocolos, si hacemos lo que debemos hacer con seguridad vamos a poder cortar la cadena de transmisión. Se los pedimos por un par de semanas más. Las obligaciones como el trabajo o la escuela que se hagan con cuidado y observando las medidas. Lo recreativo que espere un par de semanas, sólo quedarse con nuestra burbuja, con nuestro grupo familiar”, evaluó la funcionaria y profesional de la salud.
“Hay gente que ha tomado conciencia, que adquirió hábitos nuevos y respeta las nuevas normas de convivencia, pero hay un gran número que no. No se puede generalizar, por ahí quien perdió un ser querido tomó conciencia de la peor manera”, reflexionó en su análisis sobre la actitud de la gente.
Respecto a los cuidados, Aguilera precisó que “es un granito de arena que debemos aportar entre todos. Si salgo a la calle y me coloco el tapabocas como corresponde, con ese simple acto ya estoy colaborando. Uno mira en la calle a gente con el tapabocas de babero, como si fuera el casco de la moto en el codo. Eso no sirve de nada, no ayuda en nada, no nos protege en nada y es un estorbo en la cara que tenemos”.
En ese contexto insistió y recordó esos consejos para evitar o minimizar la posibilidad de contagio: “Mantener los dos metros de distancia, no permanecer en lugares cerrados sin ventilación. Si nos reunimos tratar que sea en el patio, al aire libre, respetando la distancia. Son cosas básicas que podemos hacer y son seguras”.
La responsable del Servicio de Infectología del hospital más grande de la Provincia, advirtió que una persona contagiada cuya salud o vida se vea comprometida a causa de esta enfermedad termina internada terapia intensiva como mínimo 20 días.
Y en esa línea precisó que en esta segunda ola no son “abuelitos” los que terminan conectados a un respirador como ocurrió en 2020, sino jóvenes entre 20 y 50 años y muchos de ellos sin enfermedades de base.
Por último, Aguilera reconoció a Punto Aparte que “los trabajadores y trabajadoras de salud están agotadas. Ellos y ellas están sin vacaciones, no tuvieron ni tienen licencia, ponen la mejor voluntad y más, pero están cansados”.
“Todos los días, absolutamente todos los días trabajan. No hay feriado, ni fin de semana que se detengan porque todos los días se vacuna, se hisopa y atiende a enfermos”, concluyó en una especie de ruego a la comunidad para que respete los protocolos y las medidas preventivas.
Yamila Fernández