Agustín Gómez, un joven de 27 años y vecino de la localidad de Naschel denunció en la justicia a un efectivo policial de esa localidad por balearlo en la espalda en la madrugada de este lunes.
Según se supo, Gómez fue a la Comisaría 24ª de Naschel para advertir a la fuerza de seguridad sobre un hecho vinculado a drogas. Puntualmente le dijo al Policía que lo atendió que en una fiesta privada le ponían pastillas en la bebida de los asistentes.
Tras esa declaración se habría producido una discusión entre el agente y el joven. Minutos más tardes, todo fue en escalada y el policía le disparó con balas de goma por la espalda causándole heridas de consideración a Gómez.
Ante esta situación, desde Relaciones Policiales comunicaron que el jefe de la Policía de San Luis, comisario general Darío Neira, a través de la Dirección General de Asuntos Internos, dispuso «iniciar actuaciones administrativas y el cambio de situación de revista de servicio efectivo a disponibilidad a un oficial de Policía con prestación de servicio en la Unidad Regional de Orden Público (UROP) 3».
«Mi hijo me contó que él fue solo a la comisaría a denunciar que en una fiesta clandestina que hubo la noche anterior (el sábado) en un domicilio particular del pueblo había un hombre que le ponía pastillas a las bebidas alcohólicas. Me dijo que lo atendió un policía al que conocemos como Leandro, porque él era quien hace aproximadamente dos años hacía recorridos de guardia por mi casa luego de que yo hice una denuncia por violencia de género. Agustín les dijo a los agentes que estaban ahí que ellos como policías sabían bien de qué gente les hablaba. Leandro le preguntó ‘¿qué sabés vos?’ y mi hijo le contestó que él (en referencia al policía) sabía quién maneja la mafia en el pueblo», dijo la madre de Gómez en declaraciones que publica hoy El Diario de la República.
Aparentemente hubo un forcejeo entre el denunciante y el policía, hasta un vidrio de la seccional se rompió. “Se insultaron y mi hijo salió. Cuando se iba, desde una ventana Leandro (el policía que fue pasado a disponibilidad) comenzó a dispararle y él intentó correr, pero empezó a sentir dolores, no se podía mover. En total tenía 25 perdigones en la espalda. Estuvo en el hospital y durante la madrugada pidió el alta. Después fue al Municipio y contó lo que había sucedido porque no quiere que esto quede en la nada. Después se fue a casa. Luego, como a las cinco de la madrugada, el jefe de la Comisaría de Naschel lo citó para que hiciera la denuncia y fue a realizarla», dijo la mujer.