En San Luis la presentación fue en Cinemacenter y tuvo una acción especial que es para resaltar: no hubo ticket o tarjeta de invitación, quienes fueron ingresaron a la sala con donaciones para el merendero de la Iglesia San Roque de la ciudad de San Luis
A Caritas y al merendero de la Iglesia San Roque, siempre creativos a la hora de buscar recursos para hacer cada vez más grande ese espacio de contención social para niños, se les ocurrió convertir a esas organizaciones en protagonistas de la película “Al final del Túnel” y junto al ok de las autoridades de Cinemacenter, hicieron una avant premiere solidaria del film nacional, en vez de pagar una entrada los espectadores hicieron donaciones, cuyos destinatarios serán los 80 pequeños que asisten a espacio de contención social.
La propuesta fue tan exitosa como lo es la película que tiene entre sus principales protagonistas a Leonardo Sbaraglia y Pablo Echarri y de hecho la Sala 6 de Cinemacenter estuvo colmada con más de 300 asistentes que aplaudieron de pie la iniciativa para el merendero y la historia del film.
A Mariano Rodríguez le atribuye la idea y convocatoria. Él propuso esta metodología a través de la página de Facebook “avant premiere San Luis” y los fans se sumaron.
En ese marco la directora de Caritas en San Luis, Carina Arbel, destacó la iniciativa y explicó que las donaciones, a través de Caritas Parroquial de la Iglesia San Roque cuya coordinadora es Josefina Battle, será para los chicos que toman la leche en el merendero junto a unas 15 mamás.
Battle explicó que esas madres que van con sus hijos se las capacita para que se inserten en el campo laboral. En la actualidad le están enseñando la realización de objetos con papel crepe.
Por su parte Rodríguez anunció que el 10 de mayo se hará una misma propuesta para el avant premiere de la película Angry Birds.
La película
Como crítica amateur de cine, admito que es la segunda película argentina de suspenso que llena mis expectativas.
Es un trabajo muy bien logrado del cine argentino que se aparte de esas producciones muy politizadas, parece que de a poco los directores se animan y escriben historias más cotidianas.
En esta ocasión, un suspenso, excelente policial e increíble desarrollo actoral por parte de Sbaraglia, Echarri y el papel de Federico Lupi.
Es una conjunción de buen sentido del humor, sumado a un flagelo que hoy nos azota como el abuso de menores o la corrupción policial.
Una recomendación, véanla.
Yamila Fernández