En los últimos meses una imagen se repite casi semanalmente en la gran mayoría de los barrios de la ciudad de San Luis: camiones cisternas repartiendo agua a vecinos, que esperan en esquinas en las puertas de sus casas con ollas, palanganas, baldes o cualquier recipiente.
La más afectada es la zona sur de la capital puntana, que es abastecida por las plantas potabilizadoras de La Aguada.
Esa planta padece desde hace varios meses graves falencias porque el agua cruda le llega desde el Acueducto Río Grande, que sufre de manera regular averías.
La última rotura fue el domingo y desde ese día la mitad de la ciudad capital está sin agua. Con la promesa de que este miércoles o jueves podría normalizarse.
Hay mucho malestar con esta situación, en especial en estos tiempos de pandemia donde la higiene personal es clave en materia de prevención.