El uno por ciento de los cánceres de mama se da en los hombres, una frecuencia tan baja que, junto a la gran desinformación y desconocimiento que hay sobre esta patología en varones, termina diagnosticándose en un estadio muy avanzado que complica la cura.
“En general el cáncer de mama se diagnostica (en los varones) en estado más avanzado que en el caso de la mujer, y entonces el pronóstico es peor”, aseguró a Télam el especialista Jorge Martín, de la Sociedad Argentina de Mastología.
En este sentido, Martín hizo referencia a que “la poca información y la rareza de esta patología en la población masculina hace que ni los pacientes ni hasta los mismos médicos clínicos tengan en cuenta la posibilidad de que sea esta patología la que afecta al paciente”.
La relación de un hombre cada 100 mujeres con esta enfermedad lleva a calcular que si “se estima que se producirán 18.000 nuevos casos de cáncer de mama por año en mujeres, al extrapolar, el uno por ciento sería alrededor de 180 casos anuales”, señaló el experto.
Martín precisó que el promedio en que se manifiesta esta enfermedad en los hombres es entre los 60 y 70 años, unos 8 o 10 más tarde que en la mujer, aunque se puede dar en ambos casos más temprano o más tarde.
El especialista detalló que entre los factores de riesgo están los que tienen que ver con la historia familiar, en un 20 por ciento, y los que se vinculan al alcoholismo, la obesidad, la exposición a altas temperaturas y emisión de gases de combustión.
También son factores de riesgo la radioterapia en tórax, enfermedades hepáticas, los tratamientos con estrógenos y las mutaciones de la proteína BRCA 2, en tanto que el síndrome de Klinefelter -XXXY- con atrofia testicular aumenta el riesgo 20 veces.
Asimismo, destacó que “no hay evidencias convincentes de vínculos entre ginecomastia y cáncer de mama en hombres”, y aclaró que “muchos factores del cáncer de mama en el hombre se confunden con los factores de riesgo de la ginecomastia, que es el agrandamiento de las mamas, con frecuencia bilateral, pero que es siempre benigno”.
Un aspecto central para detectar y diagnosticar tempranamente esta patología son los signos que marcan su presencia, y en este sentido el más frecuente es el nódulo en la mama.
“Casi siempre aparece como un nodulito detrás de la tetilla y el hombre no le da importancia, pero como no tiene glándula y el nódulo está pegado a la piel de la tetilla, enseguida compromete la piel y los ganglios”, explicó Martín.
Otros indicios son el dolor local, la retracción de piel o de pezón, el enrojecimiento de la piel o del pezón, la ulceración de la piel y el derrame por el pezón, en tanto un tercio de los diagnósticos iniciales son en Estadío III y un 10 por ciento son Estadíos IV, lo que marca un diagnóstico más tardío que en la mujer.
El método para diagnosticar esta patología en el hombre es similar al utilizado en la mujer, ya que el médico debe realizar preguntas, hacer el examen físico, y estudios como mamografía, ecografía, citología de derrame por el pezón y biopsia.
La prevención de esta enfermedad abarca distintos aspectos generales, como mantener el peso adecuado y restringir el consumo de alcohol, “pero como la causa de la mayoría de los cánceres es desconocida no hay vía conocida de prevención”, dijo el especialista.
“La mejor estrategia para reducir mortalidad -enfatizó- es la detección precoz, lo cual es un problema en el hombre que ignora la existencia de la enfermedad y consulta sólo cuando está en estadios más avanzados”.
Acerca del tratamiento, Martín enumeró distintas líneas de intervención acordes con la situación particular del paciente, como la cirugía, la radioterapia y la hormonoterapia como terapéutica adyuvante.