El clásico del fútbol puntano entre Estudiantes y Juventud, que finalizó empatado 1 a 1, se vio empañado por el accionar de grupo violentos que se enfrentaron en la periferia del estadio de Estudiantes.
Allí hubo ataques con armas, piedras y palos, lo que llevó a la Policía a montar un operativo paralelo para controlar ese desborde.
Según se informó extraoficialmente, producto de las peleas resultaron varias personas y heridas y al menos nueve detenidos.
Los vecinos del estadio de Estudiantes se quejaron de esta situación porque “no tienen paz cada vez que hay partidos”. Y señalaron que “los incidentes se generaron justo cuando muchos chicos regresaban a sus hogares de la escuela y debieron refugiarse como pudieron para no ser alcanzados por las piedras”.