Río de Janeiro (Yamila Fernández y Télam). Este martes la Jornada Mundial de la Juventud, del que participan cerca de 2 millones de personas, comenzó con una misa en las playas de Copacabana y que presidió el arzobispo carioca, Orani Joao Tempesta, acompañado por más 1500 religiosos.
Desafiando una jornada que se presentó con lluvias y viento, los peregrinos demostraron su fervor y entusiasmo, y pusieron color al final de este día gris con sus banderas, carteles, remeras representativas de cada país, y pilotos para protegerse del agua.
Allí estuvo la delegación de los casi 300 jóvenes de San Luis que viajaron a Río de Janeiro para estar junto al Papa.
«El mundo necesita gente joven como ustedes. Son el don de esperanza de una sociedad que espera que su crisis de valores tenga una solución. Están llamados a ser protagonistas de un nuevo mundo», les dijo el arzobispo de Río al darles la bienvenida.
En su homilía, monseñor Tempesta señaló que «el primer peregrino, el Papa Francisco, está con nosotros en este viaje y nos indicará el camino en estos días» y agregó: «queridos jóvenes, no tengan miedo de abrir sus corazones a Cristo».
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, confirmó que Francisco mantendrá un encuentro con los peregrinos argentinos el próximo jueves a las 12.30 en la catedral de Río de Janeiro. Allí también estarán presentes los jóvenes puntanos.
Las jornadas se vienen desarrollando con normalidad y según lo programado. Hay algunas desinteligencias con los coordinadores o responsables de las empresas que se encargaron de los viajes, pero con el correr de las horas las cosas se acomodando.
Hay que destacar el recibimiento del pueblo brasilero, que están dando una acogida muy calida a todos los visitantes.