Cada noche o madrugada puntana la Policía debe asistir al menos a un accidente de tránsito donde el involucrado en el mayoría de los casos es un motociclista.
De ese porcentaje de siniestros viales, hay un alto índice donde los protagonistas o conductores del rodado menor están ebrios y para cerrar el círculo, no tienen seguro, con lo cual el propietario del otro bien dañado queda en posición de pérdida.
Los casos se repiten una y otra vez. Motos que chocan y que no tienen seguros.
Esta madrugada, por citar un caso, una camioneta Ford EcoSport fue impactada desde atrás por un motociclista que estaba ebrio. Causó daños en el vehículo.
Los dueños de la camioneta estaban en la casa de unos amigos de calle Chacabuco antes de llegar a España. Cuando salieron alertados por ruido se encontraron con la escena.
La Policía y la ambulancia llegaron a los pocos minutos. Se llevaron la moto y al conductor, tras hacerle el test de alcoholemia lo mandaron en taxi a su casa.
El rodado menor quedó secuestrado, el conductor libre y el damnificado con los daños que deberá reparar de su propio bolsillo.
Este tipo de situaciones se repiten todos los días. Gente que circula sin seguro y en estado de ebriedad, en aparente posición de inimputabilidad.