Hoy los jugadores tuvieron un gesto que seguramente dará la vuelta al mundo. Ni bien comenzó el partido en Córdoba ante Talleres, tiraron la pelota fuera del campo de juego y para sorpresa de todos, sus pares se sumaron en un abrazo y todo el estadio Mario Kempes los aplaudió de pie. Los futbolistas puntanos llevan al menos ocho meses sin cobrar sus sueldos
Sportivo Estudiantes de San Luis es una víctima más de lo que fue “la década ganada”. Seguramente no estaba institucionalmente preparado para enfrentar un torneo de las exigencias de la B nacional. Y capaz llegó ahí gracias a operaciones poco transparente de su gerenciador Carlos Ahumada, hoy sospechado de conexiones con el narcotráfico y el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Esa son las acusaciones que vienen pesando sobre el mexicano y un par de dirigentes del club.
Las consecuencias de esas maniobras empiezan a estallar. Los jugadores llevan ocho meses sin cobrar y hoy la gota rebalsó vaso durante el partido que disputaron con Talleres de Córdoba en el estadio Mario Kempes.
Unas horas antes del partido se especulaba con la posibilidad de que Estudiantes no salga a la cancha. Sin embargo, se calzaron la camiseta y salieron al campo. Perdieron 1 a 0.
Pero tenían una estrategia para hacer conocer el reclamo. Ni bien comenzó el partido, tiraron la pelota fuera del campo y todos los jugadores del equipo de San Luis se abrazaron en la mitad de la cancha.
Para sorpresa de todos los jugadores de Talleres se solidarizaron y también en forma unánime los hinchas que aplaudieron de pie a la parcialidad puntana.
Lo que está pasando con Estudiantes debería avergonzar a la dirigencia del fútbol local.