El caso de Daiana Barrionuevo, asesinada por su pareja, y de cuyos tres hijos debió hacerse cargo su hermana, es un hecho referencial, según resaltan esta mañana medios nacionales
Unos seis chicos se quedan huérfanos por semana en la Argentina debido a los femicidios de sus madres a manos de sus parejas, que son detenidas y encarceladas.
El caso de Daiana Barrionuevo, asesinada por su pareja, y de cuyos tres hijos debió hacerse cargo su hermana, es un hecho referencial de una problemática sin solución: el desamparo de los hijos de víctimas.
En diciembre de 2014, Iván Rodríguez asesinó con golpes de maza en la cabeza a su pareja Daiana Barrionuevo, dentro de la vivienda que compartían en la localidad bonaerense de Moreno.
Delante de sus tres pequeños hijos, envolvió el cadáver en una frazada, lo metió en una bolsa de basura y arrojó los restos de la víctima a un río.
Luego, fue a una comisaría y denunció que la mujer había hecho abandono de hogar con un amante; la policía y la justicia, no la buscaron y de casualidad, el cadáver fue hallado un mes después, por lo que el hombre resultó preso; los niños, absolutamente desamparados, quedaron a cargo de una tía.
Todo el caso es brutal, pero lamentablemente no resulta aislado, porque cada semana se suman seis chicos a la lista de víctimas colaterales de los femicidios.
Desde 2008 hasta 2015, la organización civil La Casa del Encuentro registra 2.518 hijas e hijos de las 2.094 mujeres que resultaron víctimas del peor rostro de la violencia patriarcal.