Tras cinco días de graves incendios, el panorama en las Sierras Centrales, en l zona de Los Molles, es desolador. La vegetación fue arrasada y las únicas tonalidades que se observan son el gris y el negro.
“La vegetación del piedemonte de las Sierras Centrales muestra un desolador paisaje después de cinco días de devastadores incendios. Una recorrida con el jefe de San Luis Solidario, Damián Gómez, permitió observar el esfuerzo extremo que realizaron más de 140 hombres y mujeres de 14 cuarteles en un perímetro de 7 kilómetros para proteger la vida de los lugareños y sus viviendas”, señalaron.
Las ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora tornaron muy peligroso el trabajo de bomberos y brigadistas que controlaron un extenso incendio. Pero, lo más difícil fue proteger las numerosas viviendas muy dispersas y enclavadas en el medio del monte nativo, entre el paraje Los Molles y Suyuque Nuevo.
“Fueron días muy duros, de mucho trabajo tratando de contener el incendio para que no llegue a los domicilios; el lunes tuvimos momentos muy críticos, pero evitamos daños en las viviendas, con un sistema de emergencia aceitado y continuo de personal fresco para obtener una mejor respuesta”, indicó Gómez durante una recorrida por indicó Gómez.
El funcionario dijo que este incendio fue muy complejo, ya que desde el primer día que se desató y llegó al filo de las sierras, comenzó una tarea de logística para conocer todos los domicilios que podrían llegar a afectarse si el fuego comenzaba a bajar.
Esta logística previa de un día y medio de trabajo permitió identificar y ubicar a la totalidad de las familias que residen en la zona, e incluso evacuar preventivamente por algunas horas a un sector que estuvo muy comprometido, pero que finalmente el fuego fue dominado con una acción coordinada.
Destacó el comportamiento del resto de los vecinos que fueron “muy solidarios con toda la gente que estuvo trabajando en ambulancias, cisternas, personal de San Luis Agua, de Vialidad Provincial, Ministerio de Producción, bomberos y brigadistas, entre otros”.
El corazón de Los Molles muestra árboles de gran porte, como talas y algarrobos, literalmente “cocinados” por las elevadas temperaturas que levantó el incendio, que también diezmó la red de caños plásticos que abastece de agua a la zona y afectó un sector del tendido eléctrico.
“Hoy estamos con recorridas permanentes en el perímetro quemado, mientras que las dotaciones que acumularon más horas de trabajo se encuentran descansando para más tarde restablecer las tareas en Villa de la Quebrada, donde el fuego sigue activo en altura y con dirección hacia la localidad de Nogolí”, señaló Gómez.