Un grupo de personas se presentó esta mañana en la sede de la Caja Social para inscribirse en los microcréditos de 50 mil pesos que entregará el gobierno provincial y cuando se les comunicó que el trámite aún no estaba habilitado comenzaron a generar disturbios y a quemar basura en medio de la calle Lavalle.
Ayer, con menos violencia, también se observó tensión cuando se les informó que aún no estaban abiertas las inscripciones. Desde el gobierno provincial al advertir la situación aclararon a través de los medios que en los próximos días podrán anotarse, pero nunca se dijo de manera oficial que hoy viernes sí lo iban a hacer.
Lo del jueves pudo haber sido consecuencia de una confusión o mala interpretación cuando se anunció la posibilidad de esta herramienta para ayudar a los sectores económicos más vulnerables y que aún no pueden levantar cabeza por los efectos devastadores que la pandemia de Coronavirus provocó en todas las actividades.
Lo de este viernes no fue confusión en la mayoría de los casos. Claro que hubo gente que llegó hasta allí porque realmente necesitan ese dinero y estaban convencidos que podrían inscribirse porque así lo entendieron de buena fe, pero hubo otros vecinos que estaban en la calle con otros fines.
Claramente quien espera una ayuda de esta naturaleza jamás procedería con esa violencia premeditada. Sobre todo porque el beneficio se va a entregar, sólo resta abrir la inscripción y que quienes la deban convocar lo hagan con absoluta claridad.
Conclusión, la política metió la cola. De hecho en la “protesta”, pese a los tapabocas y capuchas se puedo observar a algunos históricos agitadores opositores al gobierno provincial. Y tal ellos reclamaron, con la necesidad de la gente.