Con el objetivo puesto en formalizar y regularizar el trabajo de la mujer en la construcción, un grupo de ocho de mujeres iniciaron el proceso para constituir una cooperativa.
“Estamos en el proceso de conformar la cooperativa”, dijo la arquitecta Anahí Quiroga, una de las impulsoras de esta iniciativa. “Somos albañilas, ceramistas, pintoras”, dijo respecto a las integrantes.
“Hay mujeres que no quieren que ingresen hombres en sus casas, porque viven solas o tienen hijos chiquitos”, dijo tras asegurar que cada vez son más las mujeres que incursionan en esta actividad, en la actualidad y desde siempre muy masculinizada.
Quiroga conoció muchas trabajadoras de este rubro como integrante de la Fundación UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina), en el marco de cursos de albañilería para el Ministerio de Desarrollo Social de San Luis.
“La idea es que el trabajo se regularice y sea más formal”, precisó la arquitecta, y señaló que con las otras mujeres “nos buscamos, porque todas trabajábamos por separado”.
“Con la Secretaría de la Mujer estamos armando un registro único en la provincia, para que se incorporen todas las mujeres. También la idea es dar más capacitaciones, que sigan aprendiendo y sigan tomando herramientas”, adelantó Quiroga.
“Estamos armando una página, pero nos pueden contactar a través de [email protected]”, informó.
En tanto, Mónica Esquivel otras de integrantes de la agrupación, reflexionó que “la pandemia desnudo las falencias económicas de las mujeres que desarrollan actividades dentro de la economía popular, por un lado puso al descubierto esas debilidades y por otro nos obligó a tener que repensarnos en este contexto, así nació ´Matria en construcción´, un grupo de mujeres que desarrollan actividades en el rubro de la construcción con el fin de generar trabajo genuino en un sector de la economía históricamente vinculado al trabajo masculino, entendiendo también que solo la formación es la principal herramienta para la incorporación de la mujer en el mercado laboral de la construcción y que permitirá progresivamente la paridad entre géneros, con un sector más igualitario y poder así reducir los muchos prejuicios y barreras que aún quedan por derribar”.
“La industria de la construcción es una de las principales fuentes de empleo en todo el mundo, probablemente solo superada por la agricultura, y en zonas urbanas es la principal; y también el sector económico con el menor número de mujeres ocupadas y sin oportunidades laborales que permitan demostrar sus capacidades”, agregó.
Esquivel, indicó que “a menudo, la formación en el puesto de trabajo basado en habilidades en la construcción es realizada mediante la observación, más que por instrucción directa”.
“La capacitación puede evitar lesiones y hacer más fácil las labores de las trabajadoras mujeres. La educación, para poder contar con certificados que deje constancia de la categoría que poseen en la construcción, y las oportunidades laborales como pilares para la inclusión de las mujeres en la construcción”, concluyó.