Fuentes policiales le confiaron a Punto Aparte que cada año hay más descontrol en los festejos. Entre el viernes y el sábado secuestraron importante cantidad de drogas, incluso a un profesor de secundaria que llevaba entre sus prensa marihuana. El consumo de alcohol es una realidad que no se puede negar, admiten efectivos que están apostados en esa villa turística
La llegada de la primavera supone celebrar la vida, la renovación, el renacimiento y el despertar de la naturaleza tras el letargo al que la sometió el frio invierno.
El inicio de la mejor estación del año coincide con el Día del Estudiante y los chicos históricamente lo celebran. Pero con el tiempo lo que era fiesta alegre se fue convirtiendo en encuentros para descontrolarse, beber mucho alcohol y consumir drogas.
En San Luis el centro de reunión es en El Trapiche, allí miles de jóvenes se aglutinan para la esperar el 21. La vigilia comienza al menos tres noches antes.
Esto implica montar un gran operativo de seguridad y sanitario. Más 250 policías están afectados a los controles preventivos y también a la corrección de situaciones complejas.
Un efectivo apostado en esa villa le confió anoche a Punto Aparte que esta fiesta de los estudiantes es “cada año más descontrolada” pese a los esfuerzos para evitarlo.
Relató espantado que incluso llegaron a secuestrarle droga a un profesor de colegio secundario que se suponía estaba cumpliendo funciones de cuidador de un grupo de chicos.
También admitió que en otros procedimientos se detectó mucha presencia de varios estupefacientes y por supuesto alcohol que fue ingresado días antes de comenzar el operativo.
La situación no es la generalidad, pero esos focos empañan la fiesta de los jóvenes y deberían abrir un alerta.