Reprochable y por qué no judiciable, el accionar de unas 20 feministas de colectivos minoritarios, pero muy radicalizados, causaron daños y destrozos en decenas de edificios públicos y privados durante la marcha de Ni Una Menos que desde hace siete años se realiza en todo el para reclamar el fin de la violencia de género y los femicidios.
En la capital puntana se movilizaron unas 500 personas que recorrieron calles céntricas. Pero un desprendimiento de esa marcha, deliberadamente prendió fuego, rompió y realizó pintadas en lugares como la sede de UOCRA, la Iglesia Universal, Sanatorio Rivadavia y la Iglesia Catedral, cuya obra de restauración fue inaugurada la semana pasada.
Anoche desde el gobierno provincial anunciaron a través de la secretaria de Cultura, Silvia Rapisarda, que en las próximas horas iniciarán las reparaciones pertinentes: “Ya acordamos con Monseñor Gabriel Barba realizar el relevamiento de los daños para comenzar a repararlos inmediatamente. Nuestra Catedral fue refaccionada e inaugurada hace escasos días, es lamentable que sucedan estos hechos vandálicos”. Las acciones se replicarán en los distintos edificios públicos que fueron afectados.
Rapisarda afirmó que se realizarán los trabajos necesarios para que el templo más importante de la provincia vuelva a lucir como el pasado 24 de mayo, cuando fue inaugurada la obra de restauración y reconstrucción del atrio e ingreso de la Iglesia.