Argentinos crean vacuna contra cáncer de pulmón

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Entre los pacientes con cáncer de pulmón hay un grupo que padece una variante denominada «de células no pequeñas», la más frecuente. Para controlar el avance de la enfermedad, las opciones eran la radioterapia y la quimioterapia. Ahora, un grupo de investigadores argentinos y cubanos con el apoyo de un laboratorio internacional consiguió una innovadora vacuna que se suma a las herramientas existentes para mejorar la calidad de vida y prolongar la supervivencia de estas personas.

Se trata de un medicamento que si bien no previene la enfermedad, permite destruir las células malignas a través del sistema inmune del propio paciente.

Los ensayos clínicos mostraron que el fármaco triplica el porcentaje de pacientes que viven más de dos años después de su aplicación.

La comercialización en Argentina la realizará el laboratorio Elea bajo el nombre de Vaxira y estará disponible a partir de julio gracias a que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) acaba de aprobarla. Las obras sociales y las empresas de medicina prepaga cubrirán los costos de la vacuna en los casos que esté debidamente indicada.

Los beneficios terapéuticos de la vacuna fueron presentados ayer en la reunión anual Asco (American Society of Clinical Oncology), la más importante en oncología a nivel mundial, que se realiza en Chicago y estuvo a cargo de representantes del grupo de científicos Insud, que reúne a más de 90 investigadores y médicos, y que trabajó durante 18 años de su desarrollo.

El proceso que permitió obtener el fármaco fue liderado por un consorcio científico integrado por instituciones públicas argentinas como la Universidad Nacional de Quilmes, el Instituto de Oncología Roffo, el Hospital Garrahan, el Conicet y la Universidad de Buenos Aires, en colaboración con el Centro de Inmunología Molecular de La Habana (CIM) y el laboratorio Elea.

«La nueva vacuna está indicada para el tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas en estadíos avanzados que recibieron quimio o radioterapia. Se trata de pacientes para los cuales no hubo avances significativos en opciones de tratamiento durante mucho tiempo. Ahora, con la estimulación de la inmunidad que induce esta vacuna terapéutica, se contribuye en forma significativa a prolongar la sobrevida, según los estudios presentados», explicó Luis Fein, director de Investigación del Instituto de Oncología de Rosario, investigador del ensayo clínico de la vacuna y presidente del Grupo Argentino de Investigación clínica en Oncología.

Fein subrayó que «no es una vacuna preventiva sino una vacuna terapéutica para enfermedad avanzada después de haber hecho los tratamientos habituales». «Es inmunoterapia activa. Y a los que se les da la vacuna viven más tiempo que a los que no se les da la vacuna, ese es el valor principal: prolonga la sobrevida», remarcó.

El objetivo de este medicamento se enmarca en el concepto de «cronificar la enfermedad, que no crezca o que crezca lo más lento posible cuando aún no se halló su cura», señaló Roberto Gómez, director médico del laboratorio argentino Elea.

Racotumomab, tal la denominación científica de la droga, se administra con una inyección intradérmica. Según la indicación aprobada por Anmat las primeras cinco dosis de inducción se aplican cada 14 días, y luego se da un refuerzo de mantenimiento cada 28 días. La terapia es ambulatoria, sin necesidad de internación y los efectos secundarios más frecuentes descriptos se limitan a una reacción de leve a moderada en la zona de la inyección, que desaparece entre las 24 y 48 horas. Reacciones generales, tales como síntomas de gripe y escalofríos son menos frecuentes, reversibles y autolimitadas, muy leves en comparación a otras terapias oncoespecíficas, ya que no produce caída del cabello, náuseas ni vómitos, explicaron los investigadores.

Además de la relevancia que tiene para los pacientes con cáncer de pulmón avanzado, la acción terapéutica de la vacuna fue considerada un logro por su mecanismo. Silvia Gold, directora del Consorcio de Investigación, Desarrollo e Innovación explicó que «es un producto innovador ya que se trata de una nueva clase terapéutica que además se dirige a un nuevo blanco. Hoy ofrece una alternativa a pacientes con cáncer de pulmón y tiene también un potencial a estudiar en otros tumores».

«Cuando empezamos a trabajar, nos propusimos desarrollar terapias biológicas que utilizan al sistema inmune del cuerpo humano para combatir el cáncer. Pensamos que un producto iba a estar listo en cinco años, pero fue mucho más difícil de lo que imaginamos. Igual seguimos adelante. Fue un largo camino de construcción si lo vemos desde la mirada de hoy», comentó Gold.

Roberto Gómez, señaló que los resultados de los estudios clínicos habían sido presentados durante el congreso europeo especializado en cáncer, en Viena, el año pasado. El especialista detalló que «esta nueva vacuna no previene el cáncer, sino que induce una respuesta inmune específica contra un blanco terapéutico involucrado en el desarrollo del tumor».

El fármaco está patentado en Argentina, la Comunidad Europea y los Estados Unidos, y se venderá próximamente en Brasil y otros países latinoamericanos, India, Taiwán, Corea del Sur y Malasia, entre otras naciones.

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