Era uno de los puntos turísticos más atractivos del Valle del Conlara. Miles de personas todos los veranos acudían allí para disfrutar del Río Conlara ,de sus asadores y el camping. El temporal de marzo de este año terminó de destruir lo que ya venía en decadencia
El Balneario de Renca hoy es una postal que entristece. Está en ruinas, abandonado y sólo quedan vestigios de lo que fue uno de los puntos turísticos más importantes del Valle del Conlara.
La naturaleza, con su furia desplegada en el último temporal de marzo, hizo lo suyo; pero la desidia de quienes tienen responsabilidad sobre esa infraestructura sepultó, parece, para siempre, un espacio de reunión familiar, de turismo, esparcimiento y práctica de deportes acuáticos.
La responsabilidad del Estado es inequívoca. Principalmente de la Municipalidad de Renca, cuya falta de acción ante esta situación le ha valido fuertes críticas de la comunidad a la intendenta Mary Fariña, en especial cuando se conoció que mientras se avecinaba la temporada turística, partió a un viaje al exterior con su hija, según los parroquianos, a Dubai.
Este centro era también fuente de trabajo para los renqueños: el que hacía el pan cacero, quien vendía la leña o los pastelitos.
Era un balneario con todas las letras, formado sobre el Río Conlara y sus caudalosas aguas.Todos los veranos miles y miles de personas asistían allí. Había un camping, toda la temporada lleno, e instalaciones como asadores y mesas que fueron construidas en la década del 80 por el entonces Comicionado Municipal, Luis Castagno.
Grandes sauces llorones bordeaban el lecho y sus ramas acariciaban el río. Pero hoy ya no están más de pie, sino caídos y recostados, como rendidos, entregados, porque los olvidaron.
Ya no se escucha el bullicio de los niños chapoteando en el agua y el aroma inconfundible que emanaban los asadores a ramas que se encendían para hacer la típica comida.
Es inexplicable lo que hicieron con el balneario.
Como corolario del paisaje un cartel cuelga del pórtico de ingreso que dice: “Propiedad Privada”.
Es lamentable que en la Provincia se hayan desvirtuado este tipo de espacios o lugares turísticos y lo que es peor, dejarlos en manos privadas e irresponsables.
Ojalá se tomen las decisiones de Estado, para que este centro turístico y muchos otros de la Provincia se recuperen, por la gente, para quienes de verdad no pueden económicamente ir a otros lugares.