Francisco donde fue recibido por el presidente Raúl Castro y, tras una breve ceremonia, ambos mandatarios reivindicaron el proceso de “normalización” de los vínculos entre la isla y Estados Unidos
El papa Francisco arribó a la ciudad de La Habana, donde fue recibido por el presidente de Cuba Raúl Castro y, tras una breve ceremonia oficial, ambos mandatarios reivindicaron el proceso de “normalización” de los vínculos entre la isla y Estados Unidos, en el que el pontífice nacido en Argentina tuvo un rol clave.
El papa llegó a las 17 hora argentina (16 cubana) en un avión de Alitalia al aeropuerto internacional José Martí, en el que flameaban banderas cubanas y vaticanas.
Francisco fue recibido por un conmovido presidente de Cuba, quien lo esperaba para la celebración oficial que se realizó en presencia de cientos de fieles que aguardaron su llegada portando banderas cubanas, al cántico “esta es la juventud del papa”.
El primero en hablar fue Castro, quien agradeció al papa “su apoyo al diálogo entre los Estados Unidos y Cuba”, ya que “el restablecimiento de las relaciones diplomáticas ha sido un primer paso en el proceso hacia la normalización de los vínculos entre ambos países”.
Castro condenó además el bloqueo que realiza desde hace más de 50 años Washington a la isla, al sostener que “provoca daños humanos y privaciones a las familias cubanas, es cruel, inmoral e ilegal, y debe cesar”; y reclamó nuevamente: “el territorio que usurpa la Base Naval en Guantánamo debe ser devuelto a Cuba”.
Francisco abogó en su mensaje por “la continuación del camino de las negociaciones en pos de la “cultura del encuentro”, concepto que se ha convertido en uno de los pilares de su pontificado.
“Desde hace varios meses estamos siendo testigos de un acontecimiento que nos llena de esperanza: el proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos tras años de distanciamiento”, sostuvo el pontífice.
De esta manera, animó hoy “a los responsables políticos” del “proceso de normalización de las relaciones de los pueblos” cubano y estadounidense a “continuar por ese camino y desarrollar sus potencialidades”, en lo que fue el inicio de su gira papal por esos dos países.