Los números son la mejor, o única forma de cuantificar para tomar dimensión de determinadas cosas o hechos. Expresado así, en números, se puede ratificar que la tercera edición de “Rock en la Casa” en el Complejo Molino Fénix de Villa Mercedes, fue un éxito rotundo porque ese predio, pasaron más de 100 mil personas en cuatro días de festival.
En la organización trabajaron más de 300 personas y decenas de bandas de origen nacional, internacional y provincial.
Anoche, al igual que en las tres jornadas anteriores, el cierre de Rock en la Casa 2022, que comenzó a desarrollarse poco antes de las 18:00 con la actuación de grupos de la provincia, seleccionadas entre las que participaron de los dos primeros días.
Villa Mercedes abrió el show con las actuaciones de Feedback, Elipses y Soundreggae, tras lo cual subieron al escenario los merlinos de La Kamaleónica y luego Prana, de San Luis capital. El grupo puntano La Yugular hizo gala de la experiencia en su espectáculo tributo a Los Redonditos de Ricota. Tocaban el último tema cuando arribaba al Molino Fénix el ascendente trapero Rusher King, cuya presentación había generado gran expectativa en el público, especialmente por parte de los más jóvenes.
Más rock y una buena cuota de blues dejó Non Stop, de la Villa de Merlo, que prologó la actuación de Guasones, la banda platense liderada por Facundo Soto y que durante hora y media hizo saltar a todo el público.
Pasada la medianoche llegó el turno de Daltónicos que aportó el punk más puro en la voz de Marcelo “Pompón” Parovsky, y que dejaría el ambiente propicio para recibir a Ella es tan Cargosa, grupo nacido junto al siglo XXI entre Castelar e Ituzaingó, y que encabezan los hermanos Rodrigo y Mariano Manigot, junto a Ildo “Tano” Baccega.
Y el cierre le tocó a Jóvenes Pordioseros. Ya habían pasado las primeras horas del domingo, pero el complejo seguía colmado y con la energía intacta para corear los temas de esta banda que, con casi tres décadas de trayectoria, están entre los máximos exponentes del llamado “rock rolinga”. Su cantante, Cristian “Toti” Iglesias, hizo gala de su histrionismo durante todo el show y en reiterados momentos declaró: “Hoy la banda está muy feliz, pero personalmente me siento más que feliz por reencontrarnos luego de esta pandemia que, ojalá, nunca se repita”.
El administrador del Complejo Molino Fénix, Joaquín Beltrán, reconoció que “estamos muy contentos por cómo se logró desarrollar la tercera edición del festival, algo que es fruto de un trabajo en equipo de mucha gente, pues si bien algunos pocos somos las caras visibles, lo cierto es que detrás de la organización hay alrededor de 300 personas poniendo lo mejor de sí. A ello se suma el trabajo en conjunto con diversos ministerios y reparticiones del Gobierno de la Provincia, de las municipalidades de Villa Mercedes, San Luis y Villa de Merlo; todo ello permitió que más de 100.000 almas disfrutaran estos cuatro días de puro rock, en lo que destacó el excelente nivel de las bandas de nuestra provincia”.