Los velatorios de la vicedirectora y el portero de la escuela se realizaron por separado en dos casas de sepelios de ese distrito del centro oeste del conurbano bonaerense.
Docentes, familiares, vecinos, estudiantes y ex alumnos expresaron su dolor y bronca en el último adiós a Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, las víctimas de la trágica explosión ocurrida en la Escuela N° 49, del partido bonaerense de Moreno, en Buenos Aires.
Los velatorios de la vicedirectora y el portero de la escuela situada en Davaine y Félix Roldán, se realizaron por separado en dos casas de sepelios de ese distrito del centro oeste del conurbano bonaerense.
Cientos de personas pasaron entre el jueves por la noche y el viernes por la mañana por la casa velatoria donde despiden los restos de Sandra Calamano, donde se vivieron muestras de desgarrador dolor.
“Se murió por los chicos. Fue a la escuela porque no quería que los pibes se quedaran sin comer, les estaba por preparar el desayuno”, afirmó Débora, una maestra compañera de Sandra.