El Papa Francisco lo puso como ejemplo de pastor dentro de la Iglesia por su humildad y su trabajo al lado de los que más necesitan. Ayer fue la misa en Villa Cura Brochero, en honor al hasta ahora Beato Cura Brochero y de ahora y para siempre Santo. En esa pequeña localidad de traslasierra se congregaron mieles de fieles. Estuvieron las máximas autoridades eclesiásticas del país y también políticas: fueron el presidente Mauricio Macri y el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti. Cobertura especial de Punto Aparte
Francisco, el Papa argentino, inició su Pontificado con pocos, pero profundos temas en su agenda inmediata. Uno de ellos era retomar con prisa la “Causa Brocheriana” y verificar el estado en que se encontraba el proceso de canonización de Gabriel del Rosario Brochero, conocido como el Cura Brochero.
Y el Papa no anduvo con muchas vueltas, lo beatificó y hace unos días firmó el decreto que aprueba las conclusiones a las que llegó el Vaticano: Brochero ha realizado milagros y corresponde según la ley católica elevarlo a la categoría de Santo.
La noticia provocó un sismo espiritual en la Argentina con epicentro en esa región de Traslasierra y provincias vecinas. “Brochero es Santo” fue el mensaje que comenzó a circular por las redes sociales.
Tamaña novedad acaso fue el motivo para que ayer la tradicional celebración de los 26 de enero en la Villa que lleva su nombre tuviera un tinte especial. No sólo porque el mismísimo presidente de la Nación, Mauricio Macri, asistió a la ceremonia religiosa oficiada por el Cardenal Mario Poli, sino por la inmensa multitud de personas que estuvieron en el predio donde se construye el santuario o capilla de oración.
Es un predio al aire libre de unas tres hectáreas. Estaba colmado e inundado de una extraña, pero maravillosa y contagiosa paz. Ahí no había sólo Cristianos, estaban todos lo que creen en personas como Brochero y lo llevan a sus vidas como modelo a imitar.
Incluso Macri le dijo a los periodistas que el país debe ser como Brochero, admirar su obra y seguirla.
El Cardenal Poli también tuvo en su Homilía observaciones fuertes: “A Brochero no se le quedó pegado nada en las manos”, al recordar que manejaba mucho dinero, pero siempre lo destinó a obras para los más humildes.
Todo indica que la Santificación será en octubre en el Vaticano, pero desde la Villa piden que sea allí, donde el Santo hizo su obra. Eso se sabrá en marzo.
De todos modos ya es “San Brochero”, el primer Santo argentino. Un Santo que inexplicablemente moviliza el espíritu. Un Santo con olor oveja, como dijo el Papa Francisco y lo dejó labrado en la campana que envió de regalo desde el Vaticano para la Iglesia de Cura Bruchero, aunque en realidad ahí dice: “Un cura con …”
Yamila Fernández