Este Viernes Santo se vivió de una manera distinta en Renca. Desde antes de la pandemia, la intendenta de la localidad, Romina Peralta, había propuesto a las autoridades religiosas y organismos sociales y culturales desarrollar para esta fecha un evento de jerarquía que resaltara la Pasión de Cristo.
Anoche se logró ese objetivo, y con un marcado éxito. Más de 40 personas escenificaron las últimas horas de Jesús antes de morir en la cruz.
Fueron más de 50 minutos de actuación y relato que se desarrolló en cuatro escenarios perfectamente decorados y realzados con juegos de luces, efectos especiales y sonido.
Los participantes del Vía Crucis estaban caracterizados con las vestimentas de la época.
El padre Jorge Orellano, supervisó cada detalle para que se cumpliera con la liturgia y los escritos bíblicos.
Participaron vecinos de Renca, Naschel y Tilisarao. “Desde la Municipalidad de Renca Estamos muy agradecidos a todos por la colaboración para hacer realidad esta propuesta, que esperamos llevarla a cabo cada año”.
El momento más emotivo y sensible fue cuando crucificaron a Cristo, con el majestuoso templo del Señor de Renca como fondo.
Pese a que la noche estaba fría, y hasta lloviznó, hubo un marco muy importante de público.