El gobernador, Alberto Rodríguez Saá, encabezó la inauguración de la remodelación y ampliación de la casa del poeta. Además propuso convertir a Merlo en una ciudad estudiantil mediante la Universidad Nacional de los Comechingones, que podrá disponer del remodelado edificio.
“Agüero nos hizo inmensamente felices con su poesía”, dijo Rodríguez Saá en la ampliación y puesta en valor de la Casa del Poeta en Merlo.
El acto comenzó a las 18:30 y asistieron el senador nacional Adolfo Rodríguez Saá, acompañado por su esposa, Gisela Vartalitis, la rectora organizadora de la Universidad Nacional de los Comechingones, Agustina Rodríguez Saá, el vicegobernador Carlos Ponce, el secretario general de Gobernación, Alberto Rodríguez Saá hijo, “Tona” Salino, el intendente de Merlo, “Rody” Flores, ministros, legisladores, autoridades académicas, personalidades de la cultura, familiares y amigos del poeta y vecinos.
Alberto Rodríguez Saá detalló que la construcción de este patrimonio cultural comenzó el año pasado e implicó una inversión aproximada $12 millones. Recordó, al igual que los miembros de la comisión encargada, que uno de los impulsores del proyecto fue su hijo Carlos Juan “Charlie” Rodríguez Saá.
Luego, explicó cómo surgió la imagen de la llave en la provincia. Contó que durante un discurso por el Día de la Tradición, Agüero dijo que San Luis tenía forma de una cerradura en el centro del país, y “si uno introduce la llave en esa cerradura y abre se encuentra con todos los tesoros que tiene la provincia”.
El mandatario también analizó la influencia de otros poetas en la obra de Agüero. Concretamente se refirió a Federico García Lorca, Walt Whitman y José Asunción Silva. Además recordó que fue el puntano quien bautizó a Santa Rosa como del Conlara. “Contagia tanto que no hay un solo poeta en San Luis que no tenga influencia agüeriana”, señaló.
Rodríguez Saá compartió su descripción del lírico cuando lo conoció personalmente, y dijo que lo veía escribiendo en los bares y rodeado de jóvenes e intelectuales. “Estaba mimetizado con cada uno de los pueblos”, consideró en el colmado auditorio que encerraba todavía olor a madera nueva.
Asimismo, precisó que el famoso “Digo el llamado” surgió tras una conferencia de Víctor Saá sobre la gesta sanmartiniana e indicó que “Canción para decir en la calle” tiene militancia aldeana. “Es como que hay que escaparse de la ciudad y arraigarse en la aldea, en el campo, la naturaleza como algo esencial, no rutinario, para poder vivir”, explicó.
Rodríguez Saá recordó también la emoción que le produjo durante su infancia escuchar por primera vez un disco con la grave voz del poeta. “Su poesía fue romántica, paisajística, épica, puntana”, manifestó.
Cerca del final, enfatizó: “Nos quieren impugnar diciendo que Agüero no fue feliz con nosotros, que lo maltratamos, que murió en la extrema pobreza, que no lo reconocimos nunca. Eso no es cierto, por favor, Agüero nos hizo inmensamente felices con su poesía, y cada uno de nosotros le devolvió, como pudo, una cuota de afecto o de cariño”.
El mandatario dijo que a los puntanos “se nos inmortalizan las figuras descriptas en la poesía de Agüero”, y “siempre que hablemos de él vamos a estar todos unidos, recordando al poeta más grande de la provincia”.
Luego se proyectó el cortometraje “Verde memoria”, que está basado en la autobiografía de la infancia y adolescencia del lírico. El gobernador se emocionó durante el filme y posteriormente, recorrió todo el museo interactivo, entre las galerías nocturnas.
“Antes mostrábamos una casa, ahora mostramos una historia”, dijo el senador nacional Adolfo Rodríguez Saá.
Por su parte María Teresa Agüero, hija del poeta, expresó su emoción al ver el cortometraje y el lugar lleno de entrañables objetos. “Lo recuerdo como a un padre sumamente cariñoso”, dijo. “Estaría feliz si recorriera estas instalaciones, porque él amaba muchísimo su casa”, agregó.
“Es un momento de gloria, San Luis se afirma con su identidad cultural”, indicó Orlando Agüero Adaro, sobrino del poeta. “Es un lugar para volver a posicionar a San Luis en el panorama cultural internacional”, sostuvo.
Al inicio del acto, en representación de la asociación “Antonio Esteban Agüero”, Cecilia Fernández de Gabriel señaló: “Esta obra nos permite encontrar el alto canto poético de Agüero, el renacer de su mensaje, y crea por milagro de la arquitectura un nuevo espacio cultural y educativo tan necesario para nuestra comunidad”.
Rumbo al centenario del natalicio del bate merlino, que será el próximo año, Fernández consideró que “su poesía, además de tener la dimensión salvadora del arte, expande nuestra historia, protege la tierra, celebra los árboles, los pájaros, y nos convoca a todos en un claro y perdurable canto de esperanza”.
A la puesta en valor del hogar natal de Agüero se sumó un centro cultural. En cada espacio se respira lírica puntana. La voz del poeta es acompañada por permanentes cantos de pájaros en la casona donde brilla el aljibe del siglo XXI en el jardín. En la parte nueva hay un auditorio con 120 butacas (que cuenta con microcine), biblioteca, sala de reuniones y un estanque. En la estructura edilicia renovada las habitaciones atesoran audiovisuales, perfiles montañosos, ramas de algarrobo en la esquina del techo, el dormitorio del poeta, el baño, una radio con un audio inédito, guitarras, cocina, elementos todos que introducen a la intimidad de Agüero.
Durante la ceremonia se firmó un contrato de comodato entre el Gobierno de la Provincia, la Asociación Cultural “Antonio Esteban Agüero” y la Universidad Nacional de los Comechingones, para que la institución académica pueda disponer de las instalaciones. El convenio fue rubricado por la rectora Agustina Rodríguez Saá, el presidente de la Asociación Cultural Antonio Esteban Agüero, José Eliseo Mercau y el gobernador.