Angelina Jolie tiene la virtud de sacudirnos el alma y movilizarnos hasta lo más profundo de nuestro ser. Está al margen de toda la frivolidad del mundo que la rodea, y cada vez que se lo propone nos llega hasta la médula con su mensaje.
Jolie parece decidida a aprovechar la estrella que la ha tocado para despertar del letargo a la humanidad, que cada día es más indiferente al dolor ajeno.
Ahora como directora de cine se ocupa minuciosamente de no fallarle a esa decisión personal. Y lo deja bien en claro en el largometraje “Inquebrantable”, que cuenta la historia de la historia de Louis Zamperini, quien compitió en los 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, antes de combatir en un bombardero durante la Segunda Guerra Mundial.
El film es sencillamente espectacular y digno de mirarlo, pese a las más de dos horas de proyección. Deja una enseñanza infinitamente conmovedora sobre la paz y el perdón. Y la necesidad de Dios en nuestras vidas para no errar el rumbo o volver en caso de perderlo.
“Yo quería contribuir en el mundo con algo que nos recuerde la fortaleza del espíritu humano y la hermandad y la fe y todas las cosas que al final nos permitirán atravesar estos tiempos difíciles”, declaró durante una conferencia de prensa en Sídney.
Jolie muestra en su película los horrores de la guerra desde la perspectiva de Louis y sus compañeros, para concluir, sin discursos ni demagogia, en la posibilidad de construir la paz. No hay subrayados de índole política ni reflexiones sobre la participación de Estados Unidos en las guerras, varias después de aquella que se puede contar desde un paradigma que ha caducado. El elenco de actores jóvenes reproduce el esquema interpretativo clásico que, desde la sobriedad, conmueve y construye un héroe perfecto. La historia real de Louis es una invitación a la lectura del libro en que se basa la película de Jolie.
“Quiero que esta película sea un antídoto para el odio y la violencia en el mundo”, dijo Jolie hace poco en una de las presentaciones.
La película
Su película cuenta la historia de Louis Zamperini, que compitió en los 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, antes de combatir en un bombardero durante la Segunda Guerra Mundial. (Ver tráiler de “Inquebrantable” (Unbroken), película de Angelina Jolie).
Cuando su avión se estrelló en el Pacífico Sur pasó 47 días a la deriva en una balsa con otro miembro de la tripulación hasta que fueron capturados por soldados japoneses en las Islas Marshall.
Durante más de dos años fue prisionero de los japoneses, que lo golpearon y lo torturaron, antes de regresar a Estados Unidos.
Angelina Jolie afirmó que mostró a Zamperini –quien murió en julio a los 97 años– el filme en su computadora portátil, que llevó a su cuarto de hospital.
“Él miró con mucha concentración, como un hombre que sabe que está agonizando, miró desfilar su vida ante sus ojos”, dijo Jolie a la Australian Broadcasting Corporation en el estreno el lunes por la noche.
“Y sonrió cuando vio a su madre y dijo ‘Pete’ cuando vio al personaje que interpreta a (su hermano) Pete. Es su vida”, explicó.
La película de Angelina recorre los pasos del dolor hacia la gloria y el reconocimiento, poniendo énfasis en los sufrimientos de los soldados estadounidenses en territorio japonés. Hay referencias sobre las condiciones precarias del avión bombardero en que la superioridad manda a los soldados a aguantar o morir, y prevalece el temple individual y el amor a la bandera.
Textos Yamila Fernández – elexpectador.com