Al hablar en la 48va. cumbre de presidentes del Mercosur, que sesiona en Brasilia, la Presidenta calificó al organismo regional como un “formidable instrumento” y celebró la incorporación de Bolivia y Venezuela
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró ayer en Brasilia que la adhesión de Bolivia como miembro pleno “demuestra el éxito del Mercosur y el estrepitoso fracaso de aquellos que durante años pronosticaron con profecías que el bloque regional no iba a funcionar”.
La Presidenta advirtió “la magnitud que tiene la integración” del bloque regional, pero señaló “la necesidad de profundizar en momentos en los cuales en el mundo se intenta volver a cambiar los términos de intercambio comercial que durante décadas perjudicaron a las economías emergentes”, al exponer en la 48va. Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur, en el Palacio de Itamaraty.
“Hemos avanzado mucho, pero tenemos que hacerlo en términos reales. Al ver un mapa uno advierte claramente el potencial como mercado de consumo que tenemos, pero todavía no lo hemos explotado suficientemente”, admitió.
Cristina resaltó que en la Unasur como en el Mercosur existe un “tratamiento igualitario de los países”, que aseveró que es “uno de los mayores inconvenientes que tiene no sólo la ONU sino el mundo para resolver conflictos”, y especificó que “no” era una “crítica a las Naciones Unidas, cuyas autoridades trabajan con la mejor voluntad” pero que sufren “enormes presiones”.
“Acá somos todos los Estados iguales, no hay consejo de seguridad que puede decir que lo que dice el conjunto está mal y resolvemos las cosas con un tratamiento igualitario”, enfatizó.
La Jefa de Estado calificó al Mercosur como un “formidable instrumento” y dijo que “se hace mucho hincapié en lo económico, pero los conflictos en el mundo siguen siendo profundamente políticos”.
La Jefa de Estado destacó que la unión aduanera del Mercosur “ocupa la mayor parte territorial de Sudamérica, de su población y de producto bruto”, y dijo que en la próxima Cumbre que mantendrán en agosto “se podrán abordar problemas pendientes y tener una visión más clara, ya con los nuevos miembros (en alusión a Bolivia), de cómo articular mecanismos que le den mayor protagonismo a este formidable instrumento”.
Por otra parte, afirmó que los países del sur de América tienen que “fortalecer más que nunca” las democracias de la región, para continuar con los procesos de transformación y no sucumbir ante los planes “que tal vez se estén pergeñando en algún lugar”.
En esa línea, la Presidenta se refirió a los cuarenta años que se cumplen de la elaboración del denominado Plan Cóndor que buscó intervenir los procesos democráticos de la región.
“Tal vez se esté pergeñando en algún lugar un nuevo plan que no se llame Cóndor, sin apoyatura de las Fuerzas Armadas, más sutil, más sofisticado, pueden ser buitres, ya no cóndores, pero siempre son aves de rapiña, algo que no es casual”, ironizó.
Por último, la Presidenta agradeció “por las cálidas palabras” a Rousseff, quien expresó ante los mandatarios que todos los integrantes del bloque fueron “testigos de cómo Cristina Fernández de Kirchner dirigió de manera firme y democrática a su país y cómo asumió la causa de integración sudamericana con gran determinación.
“Desde el punto de vista personal y profesional, tendrás en Brasil una amiga siempre lista para recibirte y para juntas compartir nuevamente y sistemáticamente nuestros sueños”, completó Rousseff.
Luego de la cumbre, ambas mandatarias se dirigieron al Palacio de Alvorada, la residencia presidencial, para mantener una reunión privada, para tratar temas de la agenda bilateral.
Las actividades comenzaron por la mañana con una reunión privada entre los Jefes de Estado de Argentina, Brasil, Uruguay (Tabaré Vázquez), Venezuela (Nicolás Maduro) y Paraguay (Horacio Cartes), a la que más tarde se sumaron los Estados asociados Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Surinam y Guyana, como antesala a la sesión plenaria.